La ministra de Sanidad, Carolina DariasEFE

Acoso a la vida

Sanidad se vuelca en evitar el suicidio mientras fomenta el aborto y la eutanasia

El Ministerio de Sanidad ha presentado por fin el número de asistencia a las personas con ideación suicida, el 024, que echaba a andar la semana pasada.

El Gobierno ha destinado una importante cantidad de fondos europeos –algo más de dos millones de euros irán a parar a manos de la Cruz Roja para la gestión del servicio– para demostrar su compromiso con la salud mental.

El teléfono que acaba de estrenarse forma parte de un ambicioso plan gubernamental que alcanzará un montante de 100 millones de euros. Además, irá acompañado de una ambiciosa campaña publicitaria en radios, teles y digitales para dar a conocer la línea, bajo el lema de «Llama a la vida».

A favor del aborto y la eutanasia

No le falta sarcasmo al Ejecutivo a la hora de elegir el eslogan que acompaña a ese anhelado 024, sobre todo cuando lo contraponemos con la posición gubernamental en asuntos tan sensibles como el aborto o la eutanasia.

España se unió el año pasado a países como Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Canadá como uno de los primeros en regular la eutanasia.

El Congreso de los Diputados, con 202 votos a favor, 141 en contra y dos abstenciones, aprobaba la ley promovida por los socialistas.

La oposición política, simbolizada en PP, UPN y Vox, criticó la norma y optó por la alternativa de una ley de paliativos, que según estas formaciones, haría inservible la de la eutanasia.

Mientras los de Pedro Sánchez se vuelcan para luchar contra el suicidio, una lacra que va a más, sorprende que su Gobierno siga dando pasos para ir cada vez más lejos a la hora de permitir el aborto.

En las últimas fechas, ha trascendido que el Ejecutivo prepara una nueva ley del aborto que permitirá a las niñas menores de 16 y 17 años abortar sin el consentimiento de sus padres. Además, se regulará la gestación subrogada, permitiendo a los tribunales perseguir a aquellas parejas que viajen al extranjero para continuar con el proceso. Otra medida polémica será la realización de una lista de objetores para controlar a aquellos médicos que se niegan a realizar un aborto por principios morales.