Paula Andrade

Investigación

Por qué hemos avanzado tanto en la lucha contra el cáncer

Cada año hay miles de estudios de lucha contra esta enfermedad, pero no todos superan las tres fases necesarias para poder testarlas en los pacientes

En España, el cáncer es una de las principales causas de morbi-mortalidad. El número de cánceres diagnosticados en España en el año 2022 se estima que alcanzará los 280.100 casos según los cálculos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), lo que supone un ligero incremento con respecto a los años anteriores. Al igual que se espera un incremento en la incidencia del cáncer a nivel mundial, en España se estima que en 2040 la incidencia alcance los 341.000 casos.

En las últimas décadas, el número absoluto de cánceres diagnosticados en España ha aumentado a causa del aumento poblacional (en 1990 la población española era de unos 38.850.000 habitantes, en 2000 de 40.264.000, en 2010 de 46.486.000 y en 2021 de 47.326.687 habitantes), el envejecimiento de la población (la edad es un factor de riesgo fundamental en el desarrollo del cáncer), la exposición a factores de riesgo (como el tabaco, el alcohol, la contaminación, la obesidad, el sedentarismo entre otros muchos) y, en algunos tipos de cáncer como el colorrectal, y los de mama, cérvix o próstata, el aumento de la detección precoz.

La supervivencia de los pacientes con cáncer de España es similar a la de los países de nuestro entorno. Se estima que se ha duplicado en los últimos 40 años y, afortunadamente, es probable que, aunque lentamente, continúe aumentando en los próximos años. Esto se debe, según la doctora Carmen Arlanzón Hernández del Servicio de Oncología del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid al «número estudios y ensayos clínicos que se hacen al año».

Cada año hay miles de estudios de lucha contra el cáncer, pero no todos superan las tres fases necesarias para poder testarlas en los pacientes y demostrar el beneficio real de los tratamientos. «La investigación en oncología es muy intensa desde hace bastantes años. Todo el mundo de la inmunoterapia ha supuesto un avance muy importante. Son tratamientos que a su vez buscan más tratamientos dirigidos a dianas específicas que están alteradas en el cáncer», clara la oncóloga madrileña.

El cáncer es una alteración genética de un gen. Esa alteración genética se puede haber heredado, que son todos los tumores hereditarios. El porcentaje de estos es pequeño –menor al 10 %–. También existe la mutación más común, la que provoca el cáncer que se va desarrollando a lo largo de la vida. Es lo que se conoce como mutaciones genéticas adquiridas a lo largo de la vida multifactorial.

Ya no es un cáncer de colon, ya lo que se busca es qué mutaciones tiene en las células tumorales y cómo bloquearlasCarmen Arlanzón Hernández

«Lo que está claro es que a lo largo de la vida se produce una mutación en determinados genes onco genes que van a producir en la célula un crecimiento desordenado. Hasta hace unos cuantos años, aproximadamente 20, el tratamiento utilizado era la quimioterapia tradicional, que actuaba era en las distintas fases de crecimiento celular que lo interrumpen, entonces, al cortarlo se supone que los tumores dejaban de crecer», explica la doctora Arlanzón Hernández.

Estos avances y terapias se presentan en dos congresos: el americano, denominado ASCO (American Society of Clinical Oncology) y el europeo, llamado ESMO (European Society for Medical Oncology). Ahí se presentan las novedades más importantes relacionadas con los nuevos avances oncológicos mundiales.

«Cuando nosotros vamos a los congresos salen muchos avances a la luz. Hay algunos que no dan el resultado que se esperaba y que esos fármacos al final no funcionan, pero otros son realmente útiles. Ha habido años que hemos ido al congreso no había nada y luego otras veces, como ha pasado este año, aparecen varias terapias y fármacos que ayudan a los pacientes a luchar contra el cáncer», comenta la experta.

Los avances se presentan de forma anual, pero no se dan resultados, sino que se presentan los ensayos y más adelantes, si ha tenido buenos resultados el tratamiento sale a la luz.

El avance que ha supuesto la biología molecular, según apunta, es inmenso, ya que se ha estudiado mucho más a fondo el funcionamiento de la célula tumoral. Al estudiar el funcionamiento, que es lo que tiene alterado una célula tumoral, se ha visto que hay muchos receptores de membrana, receptores de cascadas intracelulares porque se ha mutado un gen. «Los nuevos tratamientos buscan qué vía está alterada por la mutación de ese gen e intentan bloquearla. Es una medicina mucho más personalizada, mucho más dirigida», señala.

Esperar una molécula fantástica o un tratamiento que revolucione a la sociedad lleva tiempo. Estamos luchando contra alguien que piensaCarmen Arlanzón Hernández

«Aparecieron los nuevos fármacos, que ya no es la quimio, sino que van dirigidos a determinados puntos concretos dentro o fuera de la célula», aclara Arlanzón, «que encargan de buscar las mutaciones de los pacientes y permiten estudiar el tumor de cada uno de ellos. Ya no es un cáncer de colon, ya lo que se busca es qué mutaciones tiene en las células tumorales y cómo bloquearlas, a partir de ahí ya se hace la investigación».

Se ha visto que la quimioterapia, junto con los nuevos fármacos se potencia y consigue mayor respuesta. Además, hay una línea de investigación, en el ámbito de la biología molecular, las terapias dirigidas a la medicina personalizada. «También hay un avance nuevo que es la inmunoterapia. Todo surge investigando el comportamiento de las células tumorales», anuncia la oncóloga.

Los tumores liberan sustancias que inhiben el sistema inmune para que no les ataque. «El cuerpo está hecho de tal manera que si aparece una célula mala que presenta antígenos anómalos el sistema inmune va y le ataca y mata. Como el cáncer lo que hace es intentar sobrevivir y saltarse todo aquello que le impida que crezca, genera una sustancia que bloquea el sistema inmune», declara.

Lo que cura el cáncer es el diagnóstico temprano

Si los programas de detección precoz son adecuados, primero conducen a un aumento del número de casos incidentes (invasivos) pero posteriormente a una disminución de los casos invasivos (mayor diagnóstico de carcinomas in situ) y también a una reducción de la mortalidad. Debido a la combinación de estos factores, se puede dar el caso de que a pesar de que la exposición a factores de riesgo no varíe a lo largo del tiempo, el número absoluto de casos aumente debido a los otros dos factores (aumento poblacional y envejecimiento).

Según Arlanzón Hernández, aunque lo que realmente disminuye la mortalidad en el cáncer son las políticas de intentar diagnosticar el tumor lo antes posible. «Un tumor sea el que sea cogido de tiempo tiende a curarse, y se cura. No depende de la molécula ni de ningún tratamiento». Lo que que supone un avance son todas las campañas de detención, como la realización de mamografías y ahora toda la detección del colon a través de la sangre oculta en heces. «Todos los tumores que se puedan hacer un seguimiento temprano es lo que cura», anuncia.

Los tratamientos existen, y cada vez hay más y más revolucionarios, pero tardarán tiempo en llegar para todos los grupos de cáncer y es posible que siempre se queda alguno sin tratar. «De momento lo único que conseguimos es cada vez marcar más alcance. Esperar una molécula fantástica o un tratamiento que revolucione a la sociedad lleva tiempo. Estamos luchando contra alguien que piensa. Hay mucha investigación, hay cosas tremendamente interesantes y por eso estamos en ello. Pero los avances van a su ritmo, necesitan sus tiempos y sus cálculos necesarios», concluye la oncóloga.