Sánchez acude a la tribuna del CongresoEFE

Cannabis

El Congreso vota regular el cannabis terapéutico: ¿primer paso hacia su legalización para uso recreativo?

El PSOE presentó un texto para la regularización del uso terapéutico de esta sustancia, pero Unidas Podemos y los nacionalistas quieren ir más allá

La subcomisión sobre cannabis medicinal del Congreso vota este martes el informe final de conclusiones para regular o no el uso terapéutico de esta sustancia.

La mencionada subcomisión dio comienzo en febrero. Se espera que se llegue a un acuerdo para la regulación del cannabis partiendo del texto principal del partido del Gobierno, el PSOE. Los grupos a su izquierda, como Podemos y los nacionalistas de Bildu y ERC, quieren ir más allá. La oposición de PP y Vox se muestra reacia.

POSTURA DE LOS GRUPOS POLÍTICOS RESPECTO AL CANNABIS

  • PSOE: A favor de su regulación. Reclaman que la dispensación se realice solo a través de los hospitales y con «plenas garantías de seguridad». Los socialistas desean «fórmulas magistrales a partir de extractos o preparados estandarizados de cannabis para su uso directo en determinados casos, asegurando su estabilidad y uniformidad», pero se oponen al uso de la flor de la planta (cogollo).
  • Unidas Podemos: A favor. Aparte de dispensarlo en hospitales, exigen que se haga también en farmacias. Su mayor ambición es que se pueda usar la flor de la planta (cogollo).
  • Bildu, ERC y PNV: A favor, pero más alineados con Unidas Podemos. Apuestan porque los preparados de cannabis puedan ser prescritos también en la Atención Primaria, y no solo en los hospitales, como propone el PSOE, o en las farmacias, como reclama UP.

    También añaden otras enfermedades contra las que se podría prescribir, como el «dolor crónico por dolor neuropático y oncológico, la estimulación del apetito en cuidados paliativos asociados a tratamientos oncológicos y VIH, el síndrome de Gilles de la Tourette o glaucoma».
  • Ciudadanos: A favor. Los 'naranjas' se sitúan más cerca de los postulados de Unidas Podemos, ERC, PNV y Bildu que de los del texto original del PSOE. Quieren que se distribuya en cualquier farmacia una vez sea prescrito por médicos de la sanidad pública. Sin embargo, sí se alinean con los postulados del PSOE en cuanto al registro de pacientes.
  • PP: En contra. Consideran que «no tiene sentido» que se recoja una propuesta de distribución del cannabis medicinal ni a través de farmacias ni de hospitales. Condicionan todos los avances en la regulación a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
  • Vox: En contra. Se ha centrado en advertir de las consecuencias para la salud de esta «droga de abuso». Acusan a los partidos de izquierdas de querer legalizar su uso terapéutico como primer paso hacia el de ocio. «Lo que pretende la izquierda es que la legalización del uso medicinal sea seguida de la legalización del uso recreativo».

Cogollos y cultivo para autoconsumo

Una cosa es la legalización del cannabis con fines terapéuticos, y otra que esto abra la puerta de entrada a ir mucho más allá, como malician algunos.

El Ministerio de Sanidad, con Carolina Darias al frente, tendrá un listado de pacientes con acceso a cannabis y asegura que solo les será recetado por médicos de la sanidad pública.

Sin embargo, los socios parlamentarios del Ejecutivo, entre ellos Unidas Podemos y los nacionalistas, aprovecharán la coyuntura para colocar sus particulares demandas, que son comercializar la flor de la planta, o la regularización del autocultivo de plantas para su uso personal, algo hasta ahora prohibido.

Y esto es precisamente sobre lo que alertan algunos partidos de la oposición y expertos que comparecieron en la subcomisión. Desde el PSOE siempre se han mostrado en contra de que el cannabis se acabe fumando o inhalado, aunque ERC y PNV aseguran que las flores son el método más efectivo.

Podemos y ERC incluso quieren permitir el autocultivo.

Los clubes de fumadores de cannabis

Las Asociaciones de consumidores o fumadores de cannabis están compuestas por personas que «se abastecen y distribuyen la marihuana entre sus socios» en un «ámbito privado» que «no alcanza a terceras personas». Defienden que «perteneciendo» a uno de ellos «el socio evita el acercamiento a drogas de alto riesgo, consiguiendo seguridad en su consumo».

El objeto de estas asociaciones a día de hoy se encuentra en una situación jurídica controvertida, a la espera de lo que dirima el Congreso de los Diputados.

De momento, el consumo individual en España de cannabis no está penado y su cultivo tampoco es delictivo si es para autoconsumo, aunque el Código Penal si castiga a aquellos que de alguna manera u otra promuevan o faciliten el consumo ilegal de drogas.