Tomás Chivato

Entrevista

Tomás Chivato: «Uno de cada diez niños madrileños tiene asma bronquial»

El decano de Facultad de Medicina CEU San Pablo explica las causas del aumento de las enfermedades alérgicas como rinitis o asma

El doctor en Medicina, Tomás Chivato, especialista en Alergología y decano de la Facultad de Medicina CEU San Pablo, asegura que las enfermedades alérgicas como la rinitis y el asma son cada día más frecuentes. Conocer las causas, tratamientos y diferencias ayudan a conseguir una mejor calidad de vida.

¿Por qué son cada vez más numerosas las enfermedades alérgicas?

Las enfermedades alérgicas más frecuentes son las respiratorias y dentro de estas son la rinitis y el asma alérgica. Existen evidentes datos del aumento de estas enfermedades sobre todo en las ciudades. Las causas son diversas: calentamiento global, contaminación ambiental, efecto invernadero, exceso de higiene, disminución de la lactancia materna, hábito tabáquico y factores genéticos predisponentes. Además muchas veces los pacientes tienen varias enfermedades alérgicas, por ejemplo la alergia a alimentos vegetales como las frutas cada vez son más frecuentes en pacientes polínicos.

Estas enfermedades afectan a pacientes de todas las edades, desde la infancia a la senectud. Aproximadamente 1 de cada 10 niños madrileños tiene asma bronquial.

– Muchos alérgicos al polen tienen la sensación de vivir temporadas más largas e intensas, ¿es esto cierto?

Debido al calentamiento global y a la contaminación se produce un efecto invernadero en las ciudades. En Madrid, por citar un ejemplo, los inviernos son más suaves lo que facilita la polinización de las arizónicas y los cipreses a partir de finales de noviembre hasta finales de febrero. A continuación polinizan los plátanos de sombra de nuestras calles en marzo y abril. Las gramíneas polinizan en mayo y junio y a continuación algunas malezas como el Plantago lanceolata o la Artemisia Vulgaris en los meses de verano y comienzo del otoño. En resumen un paciente polínico polisensibilizado puede tener clínica todo el año en Madrid.

- Durante cuántos meses puede un alérgico estar medicándose con antihistamínicos

Los antihistamínicos son los fármacos más frecuentemente empleados en pacientes alérgicos con rinitis alérgica o urticaria crónica. Afortunadamente disponemos de antihistamínicos de última generación que no producen los efectos secundarios de los antihistamínicos clásicos o de 1ª generación. El arsenal terapéutico con estos nuevos antihistamínicos nos permite tratar los síntomas de la rinitis, conjuntivitis y urticaria con eficacia y seguridad. Pueden tomarse el tiempo necesario, desde semanas a años, en función de la patología alérgica.

Hasta qué punto los excesos en la higiene son perjudiciales para la salud

Entre las causas del aumento de las enfermedades alérgicas se cita el exceso de higiene, conocido como la teoría de la higiene. La prevención, la higiene, la salud pública, las vacunas o los antibióticos han conseguido vencer numerosas infecciones bacterianas, víricas y parasitarias. El sistema inmune se encuentra con pocos «enemigos» y se pone en marcha de forma desproporcionada y exagerada contra sustancias tan inocuas como el polen de olivo o el pelo de los gatos o perros.

El baño frecuente con determinados jabones y champús muy «agresivos» (perfumados, productos químicos, etc) a nuestros bebés lesiona el manto ácido protector de la piel y favorece la sequedad de la piel que origina picor, da lugar al rascado y podría ser el comienzo de una dermatitis atópica.

Ahora que la mascarilla es algo común para el ciudadano, como alergólogo, ¿recomendaría su uso en los períodos de máxima concentración de polen?

Desde hace años en ciudades como Jaén se recomienda la utilización de mascarillas para evitar el contacto directo con el polen de olivo. Las cifras en Jaén pueden alcanzar miles de granos por metro cúbico y día, las cifras más altas del mundo. Es muy importante que los pacientes polínicos vigilen las concentraciones de pólenes en www.polenes.com para realizar las medidas adecuadas y tener los tratamientos dispuestos.

En muchas ocasiones confundimos las alergias alimentarias con las intolerancias ¿qué diferencia hay?

Las alergias alimentarias son cuadros debidos a una reacción inmunológica causada por una reacción de hipersensibilidad en la que participa la Inmunogobulina E. Se deben a determinados alimentos como las proteínas de la leche o el huevo en la infancia; o los frutos secos o los crustáceos en los adultos. Las manifestaciones pueden de gravedad variable, desde cuadros leves como picor oral, moderados como una urticaria aguda, hasta mortales como una anafilaxia.

Las intolerancias se deben a determinados defectos enzimáticos que impiden metabolizar correctamente determinado alimento. Por ejemplo las personas con intolerancia a la lactosa presentan problemas digestivos cuando ingieren leche o derivados lácteos porque no tienen lactasa necesaria.

Qué debemos hacer ante un caso alarmante de alergia alimenticia

El paciente alérgico debe conocer a que alimento tiene alergia y en caso de tratarse de una alergia grave ha de disponer de adrenalina autoinyectable. Existe una guía de diagnóstico y tratamiento e la anafilaxia (Guía Galaxia para pacientes) de gran utilidad para pacientes y familiares.

- Como decano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Pablo-CEU, ¿qué le recomendaría a los futuros médicos?

Además de mantener los conocimientos teóricos y habilidades prácticas actualizadas, el médico del siglo XXI ha de tener una actitud muy positiva y mejorar las habilidades en comunicación, manteniendo siempre unos principios éticos y deontológicos . Es tiempo de fortalecer la alianza terapéutica entre médicos y pacientes, basada en la confianza mutua.

La inteligencia artificial, las ciencias ómicas, el Big Data, el machine learning o la robótica, han llegado para quedarse y para ayudarnos. Sin olvidar estos avances, hemos de practicar una medicina basada no solo en la eficacia, efectividad y eficiencia, podemos practicar una medicina basada en la afectividad. Ojalá pudiésemos curar siempre, pero a veces solo podemos aliviar, consolar o acompañar. En cualquier caso no podemos fallar en ser unos buenos cuidadores. Llevemos a cabo una medicina centrada en el paciente, con visión humanista y humanizadora.