Cáncer de páncreas: a qué edad se diagnostica, por qué se produce y los avances en su tratamiento

Se prevé que las cifras del cáncer de páncreas sufran un aumento con respecto al año 2021. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en Europa se estima que se presentarán unas cifras de 280.000 nuevos casos de cáncer de todos los tipos.

El cáncer de páncreas es un problema de salud importante, a pesar de que no presenta una alta incidencia en la población, sí presenta una alta mortalidad. Esto se debe a la poca investigación que hay al respecto por los pocos casos que se diagnostican al año con comparación con otro tipo de cánceres.

En España en el año 2022 se diagnosticarán 9.252 casos nuevos de cáncer de páncreas en el año 2022, 4.743 en hombres y 4.509 en mujeres. La mayoría de pacientes a los que se les diagnostica un cáncer de páncreas tienen una edad comprendida entre los 65 y los 70 años. «Es poco frecuente que este tumor se presente en pacientes con edades inferiores a 60 años, en cuyo caso debemos descartar la asociación con una alteración genética», explica Teresa Macarulla, médico del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona.

El cáncer de páncreas es el octavo tumor en frecuencia en España y, sin embargo, debido a su alta letalidad, supone la tercera causa de muerte por cáncer, siendo el responsable del 7 % de las muertes por cáncer. En nuestro país se estima que se diagnosticarán 8.697 casos nuevos al año, con una mortalidad estimada para 2021 de 7.568 fallecimientos por año.

Etilogía del cáncer de páncreas

A día de hoy aún no se ha definido una etiología clara del cáncer de páncreas. A pesar de ello, se han formulado distintos factores que pueden ser contribuyentes a la formación de esta enfermedad y, por lo tanto, crecimiento del tumor.

Aproximadamente un 10% de los cánceres de páncreas se encuentran asociados a alteraciones genéticasTeresa MacarullaMédico del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona

En primer lugar, está la diabetes mellitus de larga evolución: «Hay algunos estudios que han apuntado la diabetes mellitus de larga evolución como posible etiología del cáncer de páncreas. Sin embargo, hay factores como la obesidad o el mismo tratamiento para la diabetes que pueden confundir los resultados», apunta la experta.

También está la pancreatitis crónica, aunque no existe ningún estudio concluyente al respecto. Además, desde SEOM han apuntado que cerca de un 30 % de los casos de este tipo de cáncer podría estar asociado al tabaquismo.

Además, Macarulla explica que, «aproximadamente un 10% de los cánceres de páncreas se encuentran asociados a alteraciones genéticas», y que «estos pacientes deber ser controlados en una Unidad de Consejo Genético para poder hacer un control global de dichos síndromes, dado que pueden asociar tumores en distintas localizaciones»

Grandes avances

Cada año hay miles de estudios de lucha contra el cáncer, pero no todos superan las tres fases necesarias para poder testarlas en los pacientes y demostrar el beneficio real de los tratamientos.

La quimioterapia se ha consolidado como tratamiento de referencia en los pacientes con cáncer de páncreas avanzado tanto en primera línea como en segunda línea

«La investigación en oncología es muy intensa desde hace bastantes años. Todo el mundo de la inmunoterapia ha supuesto un avance muy importante. Son tratamientos que a su vez buscan más tratamientos dirigidos a dianas específicas que están alteradas en el cáncer», clara la doctora Carmen Arlanzón Hernández del Servicio de Oncología del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid.

No obstante, la quimioterapia se ha consolidado como tratamiento de referencia en los pacientes con cáncer de páncreas, ya que ha avanzado tanto en primera línea como en segunda línea. Gracias a esto, la terapia personalizada se ha convertido en el nuevo reto.

Recientemente, según médicos expertos del SEOM, se ha demostrado como el tratamiento personalizado con olaparib de mantenimiento puede ser una opción, –todavía no aprobada en España– en el subgrupo de pacientes con cáncer de páncreas metastásico con una mutación germinal en BRCA1/2 –gen supresor de tumores humanos– cuya enfermedad no ha progresado a una primera línea de quimioterapia con platino.

«Otro aspecto relevante ha sido la caracterización molecular del cáncer de páncreas, más allá de las mutaciones de BRCA 1/2, incluyendo la identificación de los genes más frecuentemente mutados, así como la identificación de dianas moleculares potenciales como las traslocaciones de ALK, presentes hasta en un 1,3 % de los pacientes menores de 50 años, o la expresión de hENT1, que podría predecir la respuesta a gemcitabina al menos en el contexto adyuvante», comentan desde la Sociedad.

Todos estos avances han sido cruciales para una mejor comprensión de la enfermedad y para poder ver como actúa en el cuerpo humano.

Otro aspecto novedoso importante ha sido el reconocimiento del impacto del microambiente tumoral, especialmente el del tejido estromal. «Este microambiente tumoral induce que el cáncer de páncreas sea un tumor poco inmunogénico lo que explica por qué no disponemos aún de tratamientos de inmunoterapia específicos para este tumor».

Hoy en día, un mayor porcentaje de pacientes logran ser intervenidos, se ha reducido el porcentaje de cortos supervivientes de un 63,5 % a un 50,6 %Expertos del SEOM

El próximo reto, según apuntan, es evaluar cómo las vacunas con actividad inmunogénica pueden actuar en esta enfermedad.

Estos avances y terapias se presentan en dos congresos: el americano, denominado ASCO (American Society of Clinical Oncology) y el europeo, llamado ESMO (European Society for Medical Oncology). Ahí se presentan las novedades más importantes relacionadas con los nuevos avances oncológicos mundiales.

En las últimas décadas, se han logrado avances relevantes que suponen una mejoría en las expectativas de los pacientes con cáncer de páncreas, tanto en la enfermedad localizada como en la avanzada. Hoy en día, un mayor porcentaje de pacientes logran ser intervenidos, se ha reducido el porcentaje de cortos supervivientes de un 63,5 % a un 50,6 % y, sobre todo, ha aumentado el porcentaje de largos supervivientes de un 4,9 % a un 12,7 %.