Se espera que comience los estudios de fase III de eficacia en bebés en SudáfricaEuropa Press

La vacuna de la tuberculosis española, eficaz como inmunoterapia frente a tumores de vejiga

El cáncer de vejiga representa el quinto tipo de cáncer más frecuente en los países desarrollados, con una incidencia tres veces superior en hombres que en mujeres

Investigadores del CIBER pertenecientes a las áreas de Enfermedades Respiratorias (CIBERES, grupo Carlos Martín) e Infecciosas (CIBERIFEC) han realizado un estudio colaborativo donde demuestran el efecto terapéutico de la vacuna MTBVAC frente al cáncer de vejiga resistente a BCG (actual vacuna de la tuberculosis).

La vacuna viva atenuada frente a la tuberculosis MTBVAC, construida en la Universidad de Zaragoza y desarrollada por la empresa gallega Biofabri perteneciente al grupo Zendal, y que próximamente se espera que comience los estudios de fase III de eficacia en bebés en Sudáfrica, podría tener aplicaciones para tratar enfermedades más allá de la tuberculosis.

Es el caso del cáncer de vejiga no músculo invasivo resistente al actual tratamiento con la vacuna BCG, enfermedad frente a la cual el investigador de la Universidad de Zaragoza Nacho Aguiló y su grupo, han demostrado en un modelo experimental en ratones que MTBVAC es altamente eficiente, tal y como se desprende de los resultados de la investigación publicada en la prestigiosa revista Journal for ImmunoTherapy of Cancer.

El cáncer de vejiga representa el quinto tipo de cáncer más frecuente en los países desarrollados, con una incidencia tres veces superior en hombres que en mujeres. En el caso del cáncer de vejiga no músculo invasivo, este representa en torno a un 70 % de los casos ce cáncer de vejiga, y muchos de estos pacientes se tratan en la actualidad mediante sucesivas aplicaciones intravesicales de la actual vacuna de la tuberculosis, la BCG, cuyo mecanismo consiste en la estimulación del sistema inmune frente al tumor.

Este tratamiento se viene administrando sin apenas modificaciones desde finales de los años 70, cuando el médico colombiano afincado en Canadá, Álvaro Morales, ensayó con éxito por primera vez BCG en pacientes de cáncer de vejiga, siendo la primera inmunoterapia frente al cáncer aprobada por la agencia del medicamento estadounidense, la FDA, en 1990.

Sin embargo, a pesar de que BCG sigue siendo el tratamiento de elección para los tumores de vejiga no musculo invasivos de alto riesgo, uno de los principales problemas de esta terapia es que existe un número significativo de pacientes que no responden al tratamiento, son los llamados pacientes resistentes a BCG.

En este caso, las posibilidades de tratamiento de estos pacientes son muy limitadas, y en la mayoría de los casos la única alternativa eficaz es directamente la extirpación de la vejiga (cistectomía), procedimiento de cirugía mayor que afecta gravemente la calidad de vida de los pacientes. Es, por tanto, una prioridad en el campo de la urología el desarrollo de terapias eficaces para el tratamiento de pacientes refractarios a BCG.

El estudio, que se publica en Journal for ImmunoTherapy of Cancer muestra que MTBVAC podría resultar una alternativa plausible para el tratamiento del cáncer de vejiga resistente a BCG. Los resultados mostraron la eliminación total de los tumores en más de un 60 % de los ratones tratados con MTBVAC, mientras que estos no se rechazaron en ninguno de los animales tratados con BCG. Cuando se aplicó una terapia combinada de MTBVAC junto con anticuerpos monoclonales dirigidos a bloquear la molécula pro-tumoral PD-L1 (que suponen uno de los principales tipos de inmunoterapia usados actualmente frente al cáncer), dio como resultado una supervivencia en el 100% de los animales a los que se les administró la doble terapia.

Además, no se observaron efectos adversos en ninguno de los animales tratados, y el hecho de MTBVAC sea una vacuna cuya seguridad ha sido estudiada en seres humanos, y que se produzca a nivel industrial por parte de la empresa Biofabri, representaría una gran ventaja para su posible aplicación en la clínica, por lo que resultaría prioritario intentar acelerar los estudios clínicos en enfermos en los que el tratamiento con BCG ha fracasado.