Identificar las erupciones cutáneas es muy importanteGTRES

Alergia al sol: estas recomendaciones te ayudarán a identificarla

Hasta el momento no se sabe con certeza por qué algunas personas padecen estos síntomas hacia la luz del sol y otras no

La alergia al sol es un término que se ha generalizado para cualquier patología que sufre la piel ante la exposición solar. Al estar al sol, algunas personas pueden experimentar una serie de enfermedades, la más común es la erupción polimorfa lumínica, también conocida como alergia al sol. Se produce frecuentemente en las partes del cuerpo que están cubiertas en invierno –y, por lo tanto, protegidas– y al descubierto en verano.

Hasta el momento no se sabe con certeza por qué algunas personas padecen esta alergia y otras no. No obstante, en algunas ocasiones se puede pasar de padres a hijos, es decir, es hereditaria.

Los casos leves de la alergia al sol suelen desaparecer sin tratamiento. En los casos más graves es recomendable acudir a un especialista para que vea los efectos y recomiende alguna pomada o medicamento para reducir los daños. Además, las personas que tienen una alergia al sol grave pueden necesitar tomar medidas preventivas como llevar ropa que les cubra durante los meses con más sol.

Síntomas

El aspecto de la piel ante una alergia al sol puede reaccionar de diversas formas dependiendo de los factores y las causas. Los síntomas pueden ser los siguientes:

  • Enrojecimiento
  • Picazón o dolor
  • Bultos que se pueden convertir en manchas
  • Ampollas
  • Ronchas
  • Descamación, costras o sangrado

En caso de padecer reacciones cutáneas inusuales o exageradas deberás consultar con un médico. En el caso de tener síntomas graves y muy acentuados debes acudir a un especialista (dermatólogo) para que te recete un medicamento o pomada y diagnostique el trastorno de la piel.

Factores de riesgo

Uno de los factores de riesgo de las personas que se exponen a la luz solar puede ser la raza. Las personas más propensas a sufrir algún tipo de alergia al sol son aquellas con un color de tez más blanca.

También se puede dar por algunas sustancias, como por ejemplo las fragancias, desinfectantes o algunos protectores solares, ya que pueden incluir sustancias químicas agresivas para la piel.

Algunos medicamentos –antibióticos tetracilínicos, medicamentos con sulfamidas y analgésicos– pueden afectar a la piel haciendo que se debilite y acelerando el proceso de quemadura solar.

En el caso de padecer alergia al sol hay varios tratamientos que podrían servir. El primero de ellos, y el más común, es mediante cremas o pastillas de corticoides, cuya finalidad es frenar el impacto de la luz solar en el cuerpo. También es bastante común tomar antihistamínicos o inmunosupresores. No obstante, lo más adecuado es acudir al médico y que sea el especialista el que diagnostique el grado de alergia y qué se debe tomar.

Prevención

Si tienes alergia al sol debes saber que la exposición debe ser nula entre las 10 de la mañana y las cuatro de la tarde. En muchos casos, para acostumbrar al cuerpo a la luz solar, lo más recomendable es ir acostumbrando al cuerpo desde la primavera al sol. Así las células de tu piel tendrán tiempo para adaptarse a la luz solar.

Es muy importante usar gafas de sol y ropa protectora. Las prendas de tela delgada no suelen ser útiles, ya que los rayos UV pueden atravesarlas. Por ello, lo recomendable es usar gorros de ala ancha y camisas con un tejido más fuerte de manga larga.

El protector solar es muy importante si tienes alergia –también para el resto de personas–, por lo que deberás aplicártelo cada dos horas y con un espectro o un FPS mayor a 30.