Ola de calor
Siete recomendaciones para evitar un golpe de calor
En lo que llevamos de 2022 han muerto 1.918 personas por las altas temperaturas
España está inmersa en la segunda ola de calor del año. La mayor parte de las comunidades autónomas están batiendo récords de temperaturas. Desde el año 2022, la época estival cada vez es más agresiva, ya que según los expertos «la amenaza del cambio climático está haciendo peligrar cada vez más la salud de las personas».
En esta época de calor hay que saber diferenciar un golpe de calor, de los sofocos o de un bochorno. En lo que llevamos de 2022 han muerto 1.918 personas atribuidas a la primera causa, de los que la inmensa mayoría (829) tuvieron lugar en junio.
Según los sanitarios de Mayo Clinic «el golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas». La temperatura ideal de nuestro cuerpo ronda los 37 grados, por lo que si sobrepasa los 40 grados cada vez es más complicado eliminar el exceso de calor y provoca una alteración del sistema nervioso.
Dos tipos de golpe de calor
El primero es el golpe de calor clásico, que afecta sobre todo a las personas mayores con patologías previas. El aumento de la temperatura acelera su enfermedad y, por lo tanto, aumenta el riesgo de muerte.
Por otro lado, está el golpe de calor activo. Este tipo es más común que afecte a las personas jóvenes que realizan actividades al aire libre sin preparación previa y que no utilizan protección. La producción interna de calor que el cuerpo no está acostumbrado a regular, junto con el aumento de la temperatura ambiental, puede producirles hipertermia.
Por último, los niños son especialmente vulnerables a los golpes de calor debido a que su sistema respiratorio no se ha desarrollado aún por completo, y favorece la pérdida de líquidos. Un niño que se deshidrata no puede sudar lo suficiente como para enfriar su cuerpo, y su temperatura corporal se puede elevar hasta provocar el golpe de calor. En un bebé, esto puede traducirse en síntomas de letargia y pérdida de conciencia. El niño puede dar la impresión de estar dormido cuando en realidad está muy grave.
Cómo prevenir el golpe de calor
Para cuidarte y evitar un golpe de calor, lo primero que hay que hacer es evitar la exposición al sol en las horas centrales del día –entre las 12 del medio día y las cinco de la tarde– y, en general, se deben prevenir las exposiciones prolongadas o dormirte al sol.
En caso de padecer cansancio o mareo, la persona afectada debe retirarse a un lugar fresco o ventilado y aflojarse la ropa. Si hace mucho calor lo mejor es pasar tiempo en lugares con aire acondicionado. En caso de tenerlo en casa, la temperatura se debe bajar por la noche, ya que el cuerpo se enfría.
Es muy importante cubrirse adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros y gafas de sol. Esto ayudará a prevenir tanto los golpes de calor como las quemaduras.
Se debe consumir abundantemente agua, líquidos y bebidas isotónicas y evitar las comidas pesadas de difícil digestión que hacen aumentar la temperatura interna.
Se debe prestar mucha atención a los ancianos y niños. En concreto, los menores de 3 años que no deben exponerse al sol.
En caso de golpe de calor, hay que trasladar a la persona afectada a un lugar a la sombra, tumbarla con la espalda recta y las piernas levantadas, para favorecer la circulación de la sangre.
Hay que humedecerle el rostro con una esponja o paño húmedo, pero no se le debe dar de beber si se encuentra inconsciente porque se podría ahogar. Si su temperatura no desciende, presenta pulsó débil y palidez o sufre de enfermedades cardíacas, se debe acudir inmediatamente al médico.