Combinar dos inmunoterapias mejora la esperanza de vida en cáncer de tiroides
Los pacientes que los sufren tienen una supervivencia de entre tres y seis meses y actualmente están huérfanos de alternativas terapéuticas
Nuevos descubrimientos abren la puerta a luchar contra el cáncer, en este caso contra el de tiroides. La combinación de dos fármacos de inmunoterapia puede llegar a doblar la esperanza de vida en pacientes con un tipo de cáncer agresivo de tiroides sin alternativas terapéuticas, según los resultados de un ensayo auspiciado por el Grupo Español de Tumores Neuroendocrinos (GETNE).
Los tumores neuroendocrinos, como es el caso del de tiroides, son cánceres poco frecuentes que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y además tienen un comportamiento muy variado: algunos de ellos crecen lentamente mientras que otros lo hacen de forma muy rápida.
En el congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que se está celebrando estos días en París, se ha presentado los resultados de un estudio, auspiciados desde el GETNE, que aborda el caso de algunos tumores avanzados de tiroides que son refractarios a los tratamientos convencionales.
Los pacientes que los sufren tienen una esperanza de vida de entre tres y seis meses y actualmente están huérfanos de alternativas terapéuticas.
La inmunoterapia ha supuesto una verdadera revolución en el tratamiento del cáncer, pero hasta la fecha la terapia estándar para estos casos, que consiste en la inhibición de PD-L1 -una proteína que actúa de freno en la respuesta inmunitaria del cuerpo y que está presente en cantidades más altas en algunas células cancerígenas-, ha tenido una eficacia limitada.
Sin embargo, los investigadores observaron que si se combinaba este tratamiento con otra inmunoterapia, el panorama cambiaba.
“En la investigación preclínica se observó que con la combinación de una inmunoterapia inhibidora de PD-L1 con una de CTLA-4 -proteína de las células T que ayuda a mantener bajo control las respuestas inmunitarias- ambas se potenciaban, con un efecto sinérgico", ha explicado el doctor Jaume Capdevila, presidente de GETNE e investigador del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO).
De ahí que los investigadores decidieran poner en marcha el estudio DUTHY 1, un ensayo clínico de fase II que evaluó la seguridad y la eficacia de una combinación de durvalumab, un anticuerpo monoclonal que se une a la proteína PD-L1 para ayudar a las células inmunitarias a destruir más células cancerosas, y tremelimumab, otro anticuerpo pero que se dirige a la proteína CTLA-4, contribuyendo a la activación de las células T para atacar las cancerosas.
Supervivencia superior al año
En el estudio participaron 68 pacientes, divididos en tres grupos en función del tipo de tumor de tiroides que tenían: carcinoma diferenciado, carcinoma medular y cáncer anaplásico.
En los dos primeros tipos, los pacientes debían haber recibido al menos dos líneas previas de tratamiento, mientras que esto no era necesario en los pacientes de cáncer anaplásico, al tratarse del tipo más agresivo, sin ningún tipo de tratamiento aprobado hoy en día que mejore su supervivencia.
“Lo que hemos podido observar es que en todos los grupos se conseguía una supervivencia que lograba superar el año y esto es muy importante si tenemos en cuenta que estamos hablando de pacientes muy pretratados, que no cuentan ahora mismo con ninguna alternativa", ha destacado el doctor Capdevila.
Los resultados son «especialmente llamativos» en cáncer anaplásico de tiroides, "que doblan la esperanza en vida”, ha añadido el investigador.