Los problemas de voz son frecuentes entre los profesoresGTRES

Por qué no se deben tomar caramelos de menta cuando se tiene problemas de voz

Las cuerdas vocales son músculos que hay que entrenar y calentar para usarlas correctamente

Quedarse sin voz por una afonía, ya sea de forma parcial en forma de ronquera, o total, cuando apenas sale un hilo de voz, no solamente es molesto sino que, para muchos profesionales, es un verdadero problema. En la mayoría de los casos no somos conscientes de que la voz tiene una capacidad limitada de uso y de que hablar mucho, gritar o fumar pueden hacer que nos quedemos sin voz.

Recurrir a caramelos de menta o carraspear son dos de los remedios a los que normalmente se recurre, sin embargo, los profesionales de la Unidad de Voz del Hospital de Manises aseguran que estas prácticas no están recomendadas, ya que resecan más la garganta y acrecientan el problema.

Diez consejos para los problemas de voz

1. No hablar en ambientes ruidosos. Lo ideal es que el ambiente sea lo menos ruidoso posible, pero, en el caso de que sea inevitable, se deben buscar otras soluciones. La doctora María Virginia Barrios, miembro de la Unidad de Voz del Hospital de Manises, propone por ejemplo, «articular más de lo habitual, hablar claro y lento y así se evita repetir. En cualquier caso, no se debería hablar en un ambiente donde se superen los 85 dBs».

2. No fumar. El tabaco es un factor irritante para la laringe. El humo del tabaco reseca las cuerdas vocales, lo que produce una inflamación de las mismas. Esta inflamación no permite que las cuerdas vocales se junten correctamente y esto hace que cada vez se irriten más. «El humo pasa entre las cuerdas vocales y predispone para que aparezcan lesiones como edemas o pólipos. Además, es la principal causa de cáncer de laringe», aclara la doctora Barrios.

3. No chillar ni hablar gritando puesto que es un comportamiento de esfuerzo vocal. La doctora del Hospital de Manises explica que «sobre todo las personas que utilizan mucho la voz en el día a día, como los profesores, deben acomodar su uso a sus posibilidades reales para evitar esas situaciones».

4. No hablar en exceso porque es un comportamiento de abuso vocal. Es bueno tener unos, dos o tres periodos de descanso de 15-20 minutos al día o limitar las llamadas telefónicas los días de trabajo. En general, se debe intentar no hablar más de cuatro horas seguidas. Al igual que todos los demás músculos de la economía corporal, las cuerdas vocales son músculos que hay que entrenar y calentar para usarlas. Igualmente, al final de su uso profesional hay que realizar ejercicios para estirarlas y relajarlas.

5. Hidratarse correctamente. Los especialistas de la Unidad de Voz del Hospital de Manises advierten que «aquellos profesionales que usan mucho la voz, como los profesores, deben intentar beber más de dos litros de agua diarios para que la mucosa que recubre a las cuerdas vocales esté bien hidratada». Por ejemplo, se pueden usar trucos para hacer como beber siempre que comamos o tener una botella a mano todo el día. «Además, al contrario de lo que se piensa, los caramelos de menta, mentol o eucalipto resecan muchos más la garganta, por lo que se deben evitar siempre que se pueda, ya que su efecto es totalmente contraproducente», explica la doctora Barrios.

6. Descansar de forma adecuada. La fatiga corporal se refleja en la voz. Descansar es fundamental para obtener el máximo rendimiento de la voz. Se deben dormir al menos entre siete u ocho horas e ir descansado los días que se deba usar la voz.

7. Respirar bien antes de hablar. Se debe intentar respirar bien para hablar e intentar no hacerlo con el aire residual que nos queda, ya que esto provocará sensación de ahogo y supone un comportamiento de esfuerzo. Es recomendable conocer las distintas técnicas de respiración para reducir esfuerzos.

8. Evitar irritantes como el humo o el polvo. En este sentido, un elemento altamente nocivo para los profesores es la tiza. Aunque se ha utilizado desde hace años para la docencia, lo cierto es que es muy irritante para la garganta. Por ello es bueno que los profesores intenten usarla lo menos posible y que, si lo hacen, borren la pizarra con un trapo húmedo en vez de un borrador, por ejemplo. De esta forma se puede evitar que el polvillo que desprende sea inhalado.

9. No carraspear. El carraspeo supone un esfuerzo para las cuerdas vocales ya que es un movimiento fuerte y violento. Para poder evitarlo se puede tragar saliva o beber pequeños sorbos de agua.

10. Realizar controles periódicos de la voz. La doctora Barrios, explica que, «todos los profesionales que usen la voz para su trabajo deben ir de forma periódica al otorrinolaringólogo, foniatra o logopeda. De esta forma podrán mejorar sus capacidades vocales y someterse a un tratamiento en el caso de que detecten que una disfonía se mantiene más de 15 días sin que se deba a un catarro».