«No solo deberíamos acudir al fisioterapeuta cuando hay dolor, sino también como prevención»

Según datos del año 2019, en España hay 97 fisioterapeutas por cada 100.000 habitantes, unos datos que han ido aumentando en los últimos años debido a un crecimiento de la demanda constante por parte de la sociedad.

Sin embargo, aún existen dudas sobre cuándo acudir, cómo prevenir las posibles molestias o durante cuánto tiempo debemos seguir un tratamiento. Carmen Belén Martínez Cepa, profesora titular del Área de Fisioterapia de la Universidad CEU San Pablo, atiende a El Debate para aclarar las cuestiones más básicas acerca de esta especialidad.

–En ocasiones la gente piensa que un fisioterapeuta se limita a dar masajes, ¿en qué consiste exactamente su trabajo?

–Hace muchos años que ya no se nos identifica con ese cliché, la fisioterapia es un grado universitario de cuatro años de duración. Los fisioterapeutas son profesionales sanitarios con autonomía profesional que desarrollan su actividad en el ámbito asistencial, docente, investigador y de gestión. Para ello, tenemos diferentes campos de actuación: fisioterapia musculo-esquelética, fisioterapia cardio-respiratoria, fisioterapia neurológica, fisioterapia uro-ginecológica, fisioterapia deportiva, fisioterapia vascular, fisioterapia pediátrica y fisioterapia geriátrica, entre otros. Nuestros tratamientos se dirigen a diferentes grupos poblacionales, desde bebés y niños hasta embarazadas y ancianos, que pueden encontrarse en perfecto estado de salud, situación de fragilidad, dependencia o dolor. Además, desarrollamos nuestra profesión tanto en hospitales, centros de salud, clínicas, centros deportivos, colegios, universidades y residencias, entre otros.

Los fisioterapeutas desarrollamos un papel importante en la prevención, en el diagnóstico fisioterápico y en el tratamiento de nuestros pacientes

–Hay muchas personas que solo acuden al fisioterapeuta cuando tienen una molestia. ¿No hay cultura de la prevención en España?

–Los fisioterapeutas desarrollamos un papel importante en la prevención, en el diagnóstico fisioterápico y en el tratamiento de nuestros pacientes. Cada vez es más frecuente que los pacientes acudan a un fisioterapeuta de confianza de forma más o menos regular y no solo cuando tienen una molestia. La esperanza de vida es cada vez más alta y nos cuidamos más que las generaciones anteriores.

–¿Qué tipo de dolencias son las más comunes?

–Por un lado, las patologías agudas asociadas a la práctica deportiva, como los esguinces de tobillo. Por otro, aquellas que tienden a la cronicidad como algias vertebrales (cervicalgias o lumbalgias), compresiones radiculares (ciáticas), además de otras patologías reumáticas como la artrosis.

–¿Cuándo debemos acudir al fisio?

–No solo deberíamos acudir al fisioterapeuta cuando hay una limitación funcional o un dolor, sino también como prevención ante posibles problemas derivados de la vida sedentaria, o de la práctica deportiva, laborales o de ocio. Además de los problemas derivados del envejecimiento, siendo nuestro papel también muy importante.

–¿Qué opina de los fármacos antiinflamatorios? ¿Se abusa de ellos?

–Hay que tener en cuenta que el dolor y la inflamación pueden ser síntomas y hay que abordar la causa, y un mal uso de estos fármacos puede no resolver el problema. El uso de fármacos de forma controlada puede ser beneficiosa para aliviar el dolor, reducir la inflamación o producir relajación muscular. Cada vez es más frecuente la inclusión de farmacología en los planes de estudio del grado de fisioterapia para formar a los fisioterapeutas tanto en su función como en sus efectos secundarios. La práctica de ejercicio terapéutico, la aplicación de técnicas de terapia manual, estiramientos y movilizaciones, electroterapia, frío, calor, vendajes, técnicas de fisioterapia invasiva, y terapia acuática, entre otras, son técnicas dentro de la fisioterapia que usamos a diario con nuestros pacientes y que tienen un efecto positivo abordando la causa.

–¿Qué ocurre cuando la persona con una dolencia acude al fisio, da una sesión y no vuelve?

–En ese caso habría que considerar cuál es el motivo para que no siga el tratamiento. La actitud del paciente en el proceso de recuperación es muy importante para la adherencia al tratamiento, o para que se me entienda, para lograr que el paciente cumpla con las instrucciones que el fisioterapeuta le ha dado de forma satisfactoria. Poner al paciente en el centro y hacerle ver que su colaboración es fundamental en este proceso es fundamental. Hay veces que el paciente no es consciente de esta importancia, y es el fisioterapeuta quien debe transmitirlo de forma adecuada, trabajando con el paciente para lograrlo. El desarrollo de las habilidades blandas o soft skills (comunicar de forma efectiva, escucha activa, empatía, respeto, y la asertividad) son pilares fundamentales en la relación que establecemos con nuestros pacientes para lograr esa adherencia.

–¿Qué opina del intrusismo existente en el mundo de la fisioterapia?

–Nuestra profesión es en la actualidad un grado universitario de cuatro años con unas competencias claramente definidas y reguladas. El intrusismo supone un riesgo para la población, quien muchas veces desconoce que estos pseudoprofesionales no son competentes dado que no han realizado este grado universitario. Los fisioterapeutas, además, para ejercer nuestra profesión debemos estar colegiados, siendo este un aspecto muy importante que todos los usuarios deben conocer.