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Día Mundial de lucha contra el Cáncer de Mama

Cáncer de mama: las 10 cosas que puedes hacer para prevenirlo

La genética y la edad son factores fuertemente asociados con el desarrollo del cáncer de mama, pero existen otros que se pueden modificar

Este 19 de octubre se celebra el Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama. Se trata del tipo de cáncer más común, con 2,2 millones de casos en 2020 y suponiendo la principal causa de mortalidad en mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La ciencia ha avanzado notablemente entre el decenio de 1980 y 2020. En los países de ingresos elevados, la mortalidad por cáncer de mama se redujo en un 40 %, mientras que en los de ingresos bajos y medianos esas mejoras todavía no se han logrado. Cabe destacar, no obstante, que el 80 % de las mujeres que padece esta enfermedad se cura, pero el 20 restante no lo supera.

La prevención juega un papel importante para sortear esta enfermedad. La genética y la edad son factores fuertemente asociados con el desarrollo del cáncer de mama, pero existen otros que se pueden modificar. Estas son las 10 cosas que puedes hacer para prevenir el cáncer de mama:

  • Tener un peso saludable. El sobrepeso es la segunda causa prevenible tras el consumo de tabaco, de desarrollo de cáncer en general. Según explica la doctora en bioquímica Emilia Gómez, de la fundación CRIS, el impacto es especialmente marcado en el caso de los cánceres posmenopáusicos, que son alrededor del 85 %, ya que las personas que han atravesado la menopausia y tienen sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama.

  • Llevar una alimentación sana. Es recomendable seguir una dieta rica en verduras, frutas, legumbres, frutos secos, cereales integrales y pescado. En definitiva, una alimentación antioxidante, nutritiva y antiinflamatoria donde abunde la fibra, las vitaminas y las grasas saludables contribuirá positivamente a la salud y podría evitar hasta en un 30 % los tumores en las mamas.

  • Evitar el consumo de alcohol. En España, el 4,4 % de los cánceres diagnosticados en 2020 fueron consecuencia de las bebidas alcohólicas. Se trata de un compuesto tóxico, cancerígeno y potencialmente adictivo que causa el desarrollo de cáncer. Los expertos avisan que incluso un consumo moderado en la época posmenopáusica puede aumentar el riesgo de desarrollarlo.

  • Seguir un estilo de vida activo. Aumentar la actividad física y reducir el tiempo de sedentarismo contribuye a disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama. Las mujeres que hacen actividad física de moderada a energética durante más de tres horas a la semana tienen entre un 30 % y un 40 % menos de riesgo de sufrir esta enfermedad.

  • No fumar. Las investigaciones han concluido que las mujeres jóvenes que habían fumado un paquete de tabaco al día durante al menos 10 años tenían un riesgo agravado del 60 % de verse afectadas por el cáncer de mama más común. De la misma forma, se ha demostrado que la nicotina favorece la metástasis de este tipo de tumor, por lo que dejando el tabaco se reducirán notablemente las posibilidades de enfermar.

  • Hacer revisiones regulares. Los ginecólogos recomiendan realizar mamografías anuales a partir de los 40 años. Muchas mujeres que sufren cáncer de mama no presentan síntomas del mismo, por lo cual es muy importante acudir a consulta al menos una vez al año para que se revise que todo esté bien. De esta forma se puede reducir de forma considerable la mortalidad, ya que un diagnóstico a tiempo puede ser clave para superar la enfermedad.

  • Explorar las mamas una vez al mes. La autoexploración es esencial en el día a día de una mujer. Esto puede ser una buena forma de detectar el cáncer de mama en un estadio temprano. Según Breastcancer.org, la autoexploración de las mamas es un método de detección útil y esencial, especialmente si se la combina con mamografías y exploraciones físicas regulares llevadas a cabo por médicos y, en algunos casos, ecografías y resonancias magnéticas.

  • Pedir consejo genético. Algunas mutaciones, especialmente los genes BCRA1 y BCRA2, se asocian a un aumento del 20-30 % del riesgo de ese tipo de cáncer, pero son raras y explican solo una pequeña parte de la carga total de cáncer de mama. En caso de contar con antecedentes familiares, es conveniente consultar a un experto. Existen test genéticos para detectar el riesgo de forma individualizada que se realizan a partir de una muestra de sangre, mediante técnicas de biología molecular con las que se analiza el ADN.

  • Cirugía preventiva. En casos extremos, existe la posibilidad de realizar la mastectomía profiláctica. Solo está justificada en situaciones de muy alto riesgo con predisposición genética al cáncer de mama y que deberá estar avalado por un profesional. No obstante, aunque una mastectomía profiláctica puede disminuir este riesgo en un 90 % o más, la cirugía no garantiza que no se pueda padecer un cáncer de seno.

  • Evitar la exposición a sustancias tóxicas. Algunas sustancias tóxicas puedan influir en la aparición de cáncer de mama. Los organoclorados –utilizados en la producción de insecticidas–, los ftalatos –para la producción de plásticos– o los parabenes –sustancias químicas con propiedades conservantes– pueden favorecer la formación de tumores mamarios, según un estudio llevado a cabo por un grupo de científicos de la Universidad de Montreal (Canadá).