La granada es una de las frutas de otoñoGTRES

Las desconocidas propiedades de la granada que se desvelan en un nuevo estudio

La granada es una de las frutas de otoño que estos días puede encontrarse en cualquier frutería de España. A su curioso y atractivo aspecto se le unen sus innumerables beneficios para la salud entre las que destaca su amplia actividad antioxidante. Por ello, esta fruta ha sido objeto de innumerables estudios a lo largo de los años que han demostrado su potencial frente a enfermedades relacionadas con la salud vascular, la intestinal, el cáncer, así como con las enfermedades neurodegenerativas.

El doctor en Farmacia y profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Francisco Tomás-Barberán, resalta que la granada representa una buena fuente de vitamina C y de ácido fólico. «Pero lo más característico de la misma es su alto contenido en polifenoles. Los más abundantes son los taninos hidrolizables, particularmente las punicalaginas, cuyo contenido se han correlacionado con el alto poder antioxidante de la granada», destaca el experto.

Ahora, un estudio de la Georg-Speyer-Haus de Frankfurt (Alemania) publicado en la revista científica Immunity ha identificado un nuevo enfoque para la terapia del cáncer colorrectal (CCR).

En modelos preclínicos, así como en estudios sobre células inmunitarias humanas, han descubierto que la urolitina A, un metabolito producto de la granada, mejora de forma sostenible la función de las células inmunitarias en su lucha contra el cáncer.

Tras el tratamiento con urolitina A, las células inmunitarias que combaten los tumores, las llamadas células T citotóxicas, se convierten en células madre con memoria T, potentes células madre inmunitarias que, gracias a su capacidad de división, suministran constantemente al sistema inmunitario células T rejuvenecidas y no agotadas. Esto inhibe el crecimiento del cáncer al modular directamente el sistema inmunitario.

Un cáncer con alta mortalidad

El cáncer colorrectal sigue siendo una enfermedad con altas tasas de mortalidad en estadios avanzados. En los últimos años, numerosos hallazgos de la investigación han mejorado el diagnóstico y la terapia tempranos, aunque lamentablemente no todos los pacientes responden adecuadamente a los nuevos enfoques terapéuticos.

Las investigaciones actuales sugieren que una característica de las enfermedades tumorales es la disfunción inmunológica: las células inmunitarias que deben luchar contra el tumor son suprimidas específicamente por el tejido circundante del tumor, el microambiente tumoral.

En consecuencia, las células T, que constituyen la respuesta inmunitaria natural contra el cáncer, ven restringida su función, lo que permite que el tumor crezca y se extienda sin control.

Posible solución del problema

El equipo de investigación dirigido por el profesor Florian Greten se ha acercado ahora a una posible solución del problema. Los investigadores demostraron que la urolitina A induce una vía biológica que recicla y renueva las mitocondrias, las «centrales eléctricas» de la célula en las células T, mediante un proceso conocido como mitofagia.

De este modo, las mitocondrias envejecidas y dañadas de las células T son eliminadas y sustituidas por otras nuevas y funcionales. Esto cambia el programa genético de las células T, que son así más capaces de combatir el tumor.

Los investigadores demostraron el potencial terapéutico de la urolitina A de dos maneras. Por un lado, la urolitina A puede utilizarse como alimento en el modelo preclínico, lo que limita el crecimiento del tumor e incluso actúa de forma sinérgica con la inmunoterapia existente.

Por otro lado, los beneficios de la urolitina A también se observaron en las células T humanas. El tratamiento in vitro con urolitina A «rejuvenece» las células T humanas, produciendo células madre con memoria T en el laboratorio.

«Nuestros hallazgos son especialmente interesantes porque no se centran en la célula tumoral sino en el sistema inmunitario, la defensa natural contra el cáncer. Aquí es donde todavía faltan enfoques terapéuticos fiables en la realidad de los pacientes con cáncer colorrectal. Al mejorar posiblemente la terapia combinada con las inmunoterapias existentes, el estudio abre posibilidades significativas para su posterior aplicación en la clínica. Esperamos utilizarlo para mejorar de forma sostenible la terapia del cáncer colorrectal, pero también de otros tipos de cáncer», ha comentado el doctor Dominic Denk, médico del Hospital Universitario de Frankfurt y primer autor del estudio.

Sobre la base de estos resultados, los investigadores planean continuar la exitosa colaboración. En los siguientes ensayos clínicos, se investigará la aplicación de la urolitina A en personas con cáncer colorrectal.