Qué es y cómo se administra el lecanemab, el prometedor fármaco contra el alzhéimer
Esta semana la ciencia ha dado un motivo de esperanza a miles de personas que se encuentran en la primera fase de la enfermedad de Alzheimer. En la revisión por pares se ha confirmado que el fármaco lecanemab ralentiza un 27 por ciento el deterioro cognitivo después de administrarlo durante 18 meses.
El fármaco, que ya se presentó el pasado 28 de septiembre por las compañías responsables del fármaco, Eisai y Biogen, ha tenido el respaldo de la comunidad científica en la Conferencia sobre Ensayos Clínicos de la Enfermedad de Alzheimer, que ha publicado sus resultados en la revista científica The New England Journal of Medicine.
Qué es el lecanemab
El fármaco lecanemab es un anticuerpo monoclonal que está diseñado para prevenir la progresión del alzhéimer mediante la unión de un anticuerpo al beta amiloide (que se presenta en acumulaciones anormales en el cerebro de los pacientes con esta enfermedad, la forma más común de demencia) y su eliminación, para evitar la destrucción de células nerviosas.
Según se explica desde la Fundación Pascual Maragall, los anticuerpos monoclonales tratan de imitar a los anticuerpos que nuestro cuerpo produce de forma natural en el contexto de la respuesta del sistema inmunitario a agentes extraños o a las vacunas.
A quién se administró
En el estudio, el lecanemab se administró a personas con un deterioro cognitivo leve debido a la enfermedad de Alzheimer o en fase leve de demencia también debida al alzhéimer.
Qué mostró el ensayo
El ensayo de fase III evaluó la capacidad del fármaco para reducir el deterioro cognitivo y funcional entre 1.795 pacientes. A la mitad de los participantes se les administró 10 mg/kg del fármaco cada dos semanas, mientras que a los demás se les administró un placebo.
Los investigadores midieron la memoria, el juicio, la resolución de problemas y el juicio de todos los participantes antes de que comenzaran a participar en el estudio y nuevamente 18 meses después.
Los resultados mostraron que aquellos que tomaron lecanemab vieron que su condición mental disminuyó un 27 por ciento menos que aquellos que recibieron el tratamiento con placebo. Los receptores de lecanemab también experimentaron una acumulación más lenta de amiloide en sus cerebros, según mostraron los escáneres.
Cautela en el tratamiento
La mujer sufrió un derrame cerebral y fue tratada con un anticoagulante, el activador tisular del plasminógeno (rtPA), que provocó inmediatamente la hemorragia. También tenía angiopatía amiloide cerebral (AAC), una enfermedad en la que el músculo liso de las paredes de los vasos sanguíneos del cerebro se sustituye gradualmente por depósitos de amiloide.
El lecanemab se dirige al amiloide y, según los expertos, su uso probablemente debilitó los vasos sanguíneos de la mujer, desencadenando la hemorragia. Aunque puede ser difícil de diagnosticar antes de la muerte, incluso con escáneres cerebrales, la AAC se da en cerca de la mitad de los pacientes con alzhéimer, por lo que «podría ser peligroso administrar el lecanemab sin advertencias firmes sobre su aparente interacción con los anticoagulantes», según un comunicado de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).