Doctora Miriam Al AdibRR.SS.

Miriam Al Adib  «Normalizamos que la regla tiene que doler y no tiene por qué ser así»

La ginecóloga Miriam Al Adib publica su cuarto libro

La ginecóloga Miriam Al Adib Mendiri acaba de publicar su cuarto libro, Hablemos de adolescencia… y de sexo y de amor y de respeto y de mucho más, dónde pone el foco en la educación sexual e invita a adolescentes y adultos a revisar los mitos y tabúes de nuestra cultura porque educación y salud son inseparables.

Miriam Al Adib Mendiri

Conocer nuestra sexualidad nos permite disfrutar de una mejor salud, promueve la libertad y la autonomía, tomar las riendas y la responsabilidad de nuestros autocuidados así como también saber reconocer cuándo necesitamos recurrir atención profesional. La doctora, madre de cuatro hijas, afirma que «la educación sexual es ante todo protección de los derechos humanos y si hablamos de derechos también hablamos de responsabilidades para no dañar ni ser dañados».

–¿Cuáles son las claves de la educación sexual? En el libro hablas de las tres erres.

–Las tres erres necesarias para relacionarnos afectivamente de una forma saludable con otras personas son: responsabilidad, reciprocidad y respeto.

La primera es la responsabilidad hacia tu propio cuerpo y tu propia salud, así como la responsabilidad hacia los demás. Esto significa no hacerte daño ni hacérselo a los demás. No solo es una responsabilidad física sino también afectiva porque no puedo utilizar a una persona como si fuera una cosa. Las relaciones humanas tienen que ser siempre respetuosas teniendo en cuenta que cada persona es responsable de sí mismo.

En segundo lugar, toda relación tiene que ser algo recíproco.

La tercera R es respeto, respeto hacia ti mismo y respeto hacia la otra persona. Si no buscamos lo mismo en la relación –porque una persona quiera una relación seria y la otra no, por ejemplo, hay que hablarlo para no hacernos daño–.

Así conseguiremos unas relaciones simétricas, seguras y respetuosas.

–En el libro habla del vaginismo, ¿qué es exactamente?

–El vaginismo es una contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que rodean a la vagina impidiendo y haciendo dolorosa la penetración. El vaginismo provoca dispareunia, esto es dolor con las relaciones. Cuando hay dispareunia, con el tiempo va a haber vaginismo porque los músculos que rodean a la vagina se van a contracturar y va a provocar, a su vez mayor dolor. Normalmente las mujeres que desde la primera relación sexual tienen dolor les cuesta mucho ir al ginecólogo para explicarles esa dolencia que en cualquier otro contexto contarían sin problemas. Hay que tener bien claro que cuando duelen las relaciones sexuales está pasando algo que no es normal. Hay que ver el motivo y tratarlo porque puede llegar a ser invalidante. Lo primero hay que detectar si la causa principal del dolor viene del cerebro siendo una causa primaria en la que los músculos funcionan así por causas muy diversas desde un trauma hasta una distorsión en la conciencia corporal. En estos casos la mujer, probablemente, necesite ir a un fisioterapeuta de suelo pélvico. Pero si viene de una lesión crónica, como por ejemplo un liquen vulvar o un desequilibrio en el microbiota que le genera inflamación en la vagina, en estos casos, hay que tratar también este problema inicial que hizo que secundariamente se haya llegado al vaginismo.

–¿Puede ser incapacitante el síndrome premenstrual?

–En primer lugar, hay que aclarar que las mujeres no somos lineales sino cíclicas, todo nuestro sistema cambia cíclicamente por acción de las hormonas. No solamente está la menstruación, hay cambios inmunológicos; metabólicos; hormonales …todos los sistemas de nuestro cuerpo cambian cíclicamente. Incluso en el sistema nervioso: en la primera fase del ciclo, por ejemplo, los estrógenos mantienen el cerebro más activo mientras que en la segunda parte del ciclo la progesterona activa el sistema GABA que hace un efecto más de apagado del cerebro, es decir, todos nuestros sistemas cambian cíclicamente.

Dicho esto, hay que diferenciar lo que es normal de lo que no lo es. Muchas veces algo que es normal lo consideramos patológico y sin embargo otras veces nos vamos al otro extremo y normalizamos lo que sí es patológico. Ahí, por ejemplo, están las mujeres que tienen un síndrome premenstrual severo o aquellas mujeres que tienen dolor con la regla incapacitante. De hecho, casi el 50 % de las mujeres con endometriosis tardan una media de ocho años en ser diagnosticadas porque normalizamos que la regla tiene que doler y una cosa es que moleste, que sea incómodo, que duela pero que ese dolor desaparezca con un paracetamol y otra cosa bien diferente es que no te puedas mover del dolor. Esto no es normal, por eso en el libro trato de explicar qué es exactamente y cómo funciona el ciclo femenino para ayudar a diferenciar cuándo es algo normal de cuándo no lo es y hay que buscar ayuda profesional.

–Qué son las disfunciones sexuales y cómo pueden influir en la mujer

–Las disfunciones sexuales son aquellas que impiden a la mujer tener relaciones sexuales satisfactorias. Los motivos son muy diversos. Puede haber causas físicas, mentales y ambas a la vez. En el libro se habla mucho de la conciencia corporal porque muchos problemas relacionados con el dolor durante las relaciones sexuales vienen de una alteración de la conciencia corporal. Aquí es donde entra la parte educativa, porque hemos confundido libertad sexual con hipersexualización y se han formado unos modelos ideales de mujer hipersexualizada, pero no porque estén disfrutando más del sexo sino porque son más objetos sexuales que nunca. Hablamos de la cosificación de la mujer en todos los ámbitos. Esto significa que si no somos sujetos sino objetos de placer, va a faltar una conexión con nuestro propio cuerpo y nuestro placer no es para nosotras sino para que lo disfrute el otro. Al mismo tiempo se siguen fomentando esos ascos o esas vergüenzas hacia nuestro sexo: «Qué asco los pelos en la vulva»; «qué asco el flujo»; «que asco la regla»... Todo da asco y vergüenza y lo maquillamos a base de hipersexualización.

–Cada vez más mujeres están solicitando operaciones como labioplastias

–Sí, cada vez es más frecuente que las mujeres vayan a las consultas para operarse los genitales femeninos porque muchas tienen complejos. Se han instaurado los estereotipos de belleza también en los genitales que se ven en internet, estereotipos que no son reales y esto genera mucha frustración y complejos.