No fumar y hacer ejercicio benefician el envejecimiento saludableGTRES

¿Qué factores benefician el envejecimiento saludable?

El término 'envejecimiento exitoso o saludable' fue introducido por primera vez en la década de 1960 por Havighurst, quien afirmó que «para brindar un buen consejo, es esencial que la gerontología tenga una teoría del envejecimiento exitoso». Durante las siguientes seis décadas, miles de artículos conceptuales y empíricos han tratado de definir el envejecimiento saludable y cómo se puede lograr.

Un estudio de la Universidad de Toronto (Canadá) utiliza el concepto de envejecimiento exitoso, incluyendo el apoyo social adecuado, la capacidad de realizar actividades de la vida diaria, así como actividades instrumentales de la vida diaria, estar libre de enfermedades mentales, problemas de memoria y dolor crónico incapacitante, además de la felicidad autoinformada y percepción subjetiva de su salud física, salud mental y proceso de envejecimiento como bueno.

El trabajo, publicado en la revista científica International Journal of Environmental Research, realizado tras un seguimiento de más de 7.000 canadienses de mediana edad y mayores durante aproximadamente tres años, trató de identificar los factores vinculados al bienestar a medida que envejecemos.

En su trabajo, han descubierto que quienes eran mujeres, casadas, físicamente activas y no obesas y quienes nunca habían fumado, tenían ingresos más altos y no padecían insomnio, cardiopatías ni artritis, tenían más probabilidades de mantener una salud excelente a lo largo del periodo de estudio y menos probabilidades de desarrollar problemas cognitivos, físicos o emocionales incapacitantes.

Factores favorables

  • Mujeres casadas
  • Físicamente activas
  • No obesas
  • No haber fumado nunca
  • Tener ingresos más altos
  • No padecer insomnio, cardiopatías ni artritis
  • No padecer cardiopatías
  • No padecer artritis

Como referencia, los investigadores seleccionaron a participantes que gozaban de una salud excelente al inicio del periodo de estudio de aproximadamente tres años. Esto incluía la ausencia de problemas de memoria o dolor crónico incapacitante, ausencia de cualquier enfermedad mental grave y ausencia de discapacidades físicas que limitaran las actividades diarias, así como la presencia de un apoyo social adecuado y altos niveles de felicidad y satisfacción vital.

«Nos sorprendió y alegró saber que más del 70 % de nuestra muestra mantuvo su excelente estado de salud a lo largo del periodo de estudio. Nuestras conclusiones subrayan la importancia de enfocar el envejecimiento y las personas mayores desde el punto de vista de los puntos fuertes y no de los déficits. Los medios de comunicación y la investigación tienden a ignorar lo positivo y solo se centran en los problemas», ha comentado la primera autora del estudio, Mabel Ho.

Hubo una variación considerable en la prevalencia del envejecimiento con éxito en función de la edad de los encuestados al inicio del estudio. Tres cuartas partes de los encuestados que tenían entre 55 y 64 años al inicio del periodo de estudio mantuvieron una salud excelente durante todo el estudio. Entre los mayores de 80 años, aproximadamente la mitad mantuvo un excelente estado de salud.

«Es notable que la mitad de los mayores de 80 años mantuvieran este altísimo nivel de bienestar cognitivo, físico y emocional durante los tres años del estudio. Es una noticia maravillosa para las personas mayores y sus familias, que pueden prever que el declive precipitado es inevitable a partir de los 80 años. Al comprender los factores asociados con el envejecimiento exitoso, podemos trabajar con los adultos mayores, las familias, los profesionales, los responsables políticos y los investigadores para crear un entorno que apoye una vida posterior vibrante y saludable», afirma Mabel Ho.

Los resultados ponen de relieve la importancia de mantener un peso adecuado y un estilo de vida activoDavid Burnes

Los adultos mayores obesos tenían menos probabilidades de mantener una buena salud en la vejez. En comparación con los adultos mayores obesos, los que tenían un peso normal tenían un 24 % más de probabilidades de envejecer de forma óptima.

«Nuestros hallazgos concuerdan con otros estudios que han descubierto que la obesidad estaba relacionada con una serie de síntomas físicos y problemas cognitivos, y que la actividad física también desempeña un papel clave en el envejecimiento óptimo. Estos resultados ponen de relieve la importancia de mantener un peso adecuado y un estilo de vida activo a lo largo de toda la vida», detalla el coautor David Burnes.

Los ingresos también fueron un factor importante. Solo la mitad de los que vivían por debajo del umbral de la pobreza envejecieron de forma óptima, frente a las tres cuartas partes de los que vivían por encima de ese umbral.

Los factores relacionados con el estilo de vida favorecen una salud óptima en la tercera edad. Los adultos mayores que nunca fumaron tenían un 46 % más de probabilidades de mantener un estado de salud excelente en comparación con los fumadores actuales.

Estudios anteriores demostraron que dejar de fumar en la tercera edad podía mejorar las estadísticas de supervivencia, la función pulmonar y la calidad de vida; reducir las tasas de eventos coronarios y disminuir los síntomas respiratorios. El estudio reveló que a los ex fumadores les iba tan bien como a los que nunca habían fumado, lo que subraya que nunca es demasiado tarde para dejar de fumar.

El estudio también concluyó que la actividad física es importante para mantener una buena salud en la tercera edad. Los adultos mayores que practicaban una actividad física moderada o intensa tenían entre un 35 y un 45 % más de probabilidades de envejecer bien.

Los resultados indicaron que los encuestados que nunca o rara vez experimentaron problemas de sueño al inicio del estudio tenían un 29 % más de probabilidades de mantener una salud excelente a lo largo del estudio.

«Está claro que dormir bien es un factor importante a medida que envejecemos. Los problemas de sueño minan la salud cognitiva, mental y física. Hay pruebas sólidas de que una intervención llamada terapia cognitivo-conductual para el insomnio es muy útil para las personas que viven con insomnio», remacha otra de las autoras, Esme Fuller-Thomson.