El resfriado puede aparecer durante todos los meses del año

Las sustancias naturales podrían ayudar a inhibir la propagación de la gripe

Científicos del Instituto Fraunhofer de Biología Molecular y Ecología Aplicada IME de Giessen y del Centro LOEWE de Genómica Traslacional de la Biodiversidad de Hesse (Alemania) han apuntado que existe «un gran potencial terapéutico» en las sustancias naturales para inhibir los virus de la gripe en el futuro.

Fiebre, tos, dolor de garganta y malestar general: los resfriados y no sólo los virus corona sino también los de la gripe vuelven a propagarse a gran velocidad. Los virus de la gripe A y B causan infecciones graves y contagiosas que pueden ser incluso mortales si surgen complicaciones.

La protección más eficaz contra las siempre cambiantes cepas del virus es la vacunación anual. Sin embargo, si se produce una infección, sólo hay dos clases de fármacos aprobados en la mayoría de los países, informa Europa Press.

Se calcula que las epidemias anuales de gripe provocan en todo el mundo entre tres y cinco millones de casos graves de enfermedad, de los cuales alrededor del diez por ciento son mortales. Una de las razones de estas elevadas cifras es la rápida mutabilidad de los virus de la gripe.

Esto obliga a adaptar la vacuna cada año. Sin embargo, si, en contra de lo esperado, una cepa diferente o nueva del virus desencadena una epidemia o incluso una pandemia, inicialmente no se dispone de una vacuna eficaz, como ocurrió en la pandemia de 2009, recordada como «gripe porcina» y desencadenada por un virus de la gripe del subtipo H1N1.

No sólo en años tan dramáticos serían útiles nuevos fármacos para contener la multiplicación de los virus de la gripe. Hasta ahora, en muchos países sólo se ha aprobado la terapia con bloqueadores de los canales M2 e inhibidores de la neuraminidasa.

Además, en algunos países ya se dispone de otros fármacos, por ejemplo en Estados Unidos y Japón, pero su eficacia también es limitada: al fin y al cabo, muchas cepas de la gripe ya han desarrollado resistencia y perdido su sensibilidad a estas sustancias activas.

Productos naturales

Por ello, este equipo de investigadores aboga por investigar nuevas posibilidades de tratamiento de la infección gripal. Para ello, han puesto el ojo en la amplia gama de productos naturales producidos por microbios y animales.

En un artículo publicado en la revista científica Viruses, ofrecen una visión general de los fármacos aprobados hasta la fecha y, a continuación, analizan el potencial terapéutico de los productos naturales que inhiben la replicación del virus de la gripe. Con su recopilación, proporcionan nuevos impulsos para el futuro desarrollo de nuevos fármacos contra la gripe.

Los investigadores han insistido en la «urgente necesidad» de nuevos agentes activos contra un amplio espectro de subtipos de gripe. Los productos naturales ya han contribuido de forma importante a la identificación de nuevas estructuras líderes, especialmente en el campo de las enfermedades infecciosas.

«Entre los productos naturales prometedores figuran:

  • Toxinas animales
  • Sustancias antivirales de hongos y también de bacterias.

Estas no sólo son interesantes para los antibióticos, sino también para los fármacos contra los virus. Su enorme diversidad y complejidad estructural hacen de los productos naturales un prometedor punto de partida para investigar e identificar nuevos compuestos que podrían ser eficaces contra los virus de la gripe. Mediante análisis genómicos se pueden identificar compuestos relacionados y examinar su efecto antiviral», ha explicado la doctora Kornelia Hardes, directora del estudio.

Retos

Los subtipos de virus que circulan actualmente se identifican mediante análisis genómicos. Esto permite controlar tanto la dinámica de los brotes como el desarrollo y la propagación de las resistencias. Sin embargo, los retos que plantea el desarrollo de fármacos con sustancias prometedoras son grandes: los diferentes métodos analíticos dificultan la comparación de los resultados y no se dispone de datos como los relativos al desarrollo de resistencias.

A esto se añaden los elevados costes de los procedimientos de ensayo. «Sin embargo, si se tienen en cuenta no sólo los beneficios para la salud, sino también la pesada carga socioeconómica que suponen para los sistemas sanitarios los costes asociados a la enfermedad, se necesitan urgentemente nuevos fármacos», ha remachado Hardes.