Las cinco reglas básicas para recuperar el equilibrio de la flora intestinal
Con las navidades ya olvidadas toca recuperarse de los excesos de unas fiestas que han venido acompañadas de abundantes comidas y cenas, días de trasnochar o disminución de la actividad deportiva lo que ha provocado que nuestro cuerpo sufra las consecuencias.
En este aspecto la microbiota, también conocida como flora intestinal, juega un papel fundamental ya que es responsable de sintetizar nutrientes, equilibrar la respuesta de nuestro sistema inmune y de mantener fisiológicamente saludable nuestro epitelio intestinal. Para poder realizar todas estas funciones debe tener una proporción de bacterias que estén en equilibrio entre ellas, es decir, en eubiosis. De lo contrario se produce lo que se conoce como disbiosis, causante de múltiples patologías tales como hinchazón y distensión abdominal, flatulencias, alteraciones del tránsito intestinal (diarrea o estreñimiento), dolor abdominal, aparición de alergias e intolerancias alimenticias, dolores de cabeza, cansancio, etc.
Por suerte, esta situación puede revertirse y devolver el equilibrio necesario. Para ello, desde Nutribiótica, compañía especializada en microbiota, aporta cinco reglas básicas:
1. Alimentación prebiótica y antiinflamatoria. Lo que comemos incide directamente en la composición de nuestra microbiota. Así, lo ideal es optar por una dieta que prime los alimentos reales, es decir aquellos más propios de mercados que de supermercados: frutas, verduras y hortalizas de temporada y proximidad, legumbres, pescados y algunos alimentos fermentados.
Por su parte, una vez acabadas las Navidades, ya no tenemos excusa para ingerir alimentos ultraprocesados, hipercalóricos, con azúcares y harinas refinadas, responsables de degradar nuestra diversidad bacteriana e impactar de manera directa en la salud de nuestras bacterias.
2. Retomar la actividad deportiva. Si durante esta época festiva se ha descuidado la rutina de actividad física hay que retomarla cuanto antes. Andar entre 10.000 y 15.000 pasos al día y hacer ejercicios de fuerza varias veces por semana podría ser un buen comienzo y una excelente ayuda para recuperar la eubiosis.
3. Descanso adecuado. Durante el periodo navideño es muy frecuente alterar los ritmos circadianos, acostándonos y levantándonos a horarios diferentes a los que seguimos durante el resto del año. Ahora bien, se debería dormir al menos 7 horas, evitar el exceso de uso de pantallas sobre todo por la noche, e intentar fijar unos horarios tanto para irse a la cama como para despertarse.
4. Controlar el estrés. Aunque la Navidad se identifica como una época feliz, no son pocas las situaciones estresantes que se viven durante la misma. El eje intestino-cerebro tiene un papel fundamental en nuestro bienestar y, por eso, aprender a gestionar el estrés y las malas situaciones es fundamental para mantener nuestra microbiota.
5. Apoyarse en la microbioterapia, consistente en el uso de probióticos humanos específicos de IV Generación para repoblar la microbiota y devolverla a un estado saludable de eubiosis. Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados en la cantidad adecuada, ejercen un efecto beneficioso para la salud de quien los recibe. Para que un probiótico sea eficaz, debe cumplir algunas características básicas, que validan su eficacia y su seguridad de uso: ser de origen humano, ser de IV Generación y tener una combinación de cepas específicas que variarán en base a la patología que se desee tratar, por lo que siempre deben ser pautados por un profesional de la salud.