El tacto rectal no sirve para detectar precozmente el cáncer de próstata
La técnica podría no ser lo suficientemente preciso como herramienta fiable de cribado por sí mismo
El método común de hacer un tacto rectal para detectar el cáncer de próstata podría no ser lo suficientemente preciso como herramienta fiable de cribado por sí mismo, han advertido los científicos en un estudio presentado en el Congreso Anual de la Asociación Europea de Urología en Milán (Italia).
El tacto rectal es ampliamente utilizado por los profesionales médicos para comprobar la próstata con un dedo en busca de hinchazón inusual o bultos en el recto como una comprobación inicial de los signos de cáncer de próstata en los hombres. De hecho, en algunos países, como Alemania, es el único método utilizado en un programa nacional de cribado de la enfermedad.
Sin embargo, el nuevo estudio realizado por científicos del ensayo PROBASE, coordinado por el Centro Alemán de Investigación Oncológica (Deutsches Krebsforschungszentrum, DKFZ) de Heidelberg, sugiere que esta técnica puede estar pasando por alto muchos cánceres en sus fases iniciales.
Los resultados podrían tener implicaciones para la detección precoz del cáncer de próstata, afirman los investigadores. Por ello, piden que se utilicen otros métodos de cribado rutinario.
«Una de las principales razones del cribado del cáncer de próstata es detectarlo lo antes posible, ya que así se obtienen mejores resultados del tratamiento --afirma la doctora Agne Krilaviciute, investigadora del DKFZ y autora principal del estudio--. Pero nuestro estudio sugiere que el tacto rectal simplemente no es lo suficientemente sensible para detectar esos cánceres en fase inicial».
Así se hizo el estudio
El ensayo PROBASE es un estudio multicéntrico alemán de cribado de cáncer de próstata a través de cuatro centros universitarios (TU Munich, Hannover, Heidelberg, Düsseldorf) e involucra a 46,495 hombres de 45 años que se inscribieron entre 2014 y 2019. Desde entonces, los hombres han sido sometidos a seguimientos para evaluar su salud en los años posteriores al cribado.
A la mitad de los participantes en el ensayo se les ofreció un análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA) inmediatamente a los 45 años, mientras que a la otra mitad se les ofreció inicialmente un tacto rectal con cribado de PSA diferido a los 50 años.
Finalmente, 6.537 hombres del grupo de cribado diferido se sometieron al tacto rectal y sólo 57 de ellos fueron remitidos a una biopsia de seguimiento debido a hallazgos sospechosos. Sólo se detectó cáncer en tres de ellos.
En comparación con la tasa de detección mediante otros métodos, como la prueba del PSA, la tasa de detección mediante tacto rectal fue sustancialmente inferior, afirma Krilaviciute.
«El tacto rectal daba un resultado negativo en el 99% de los casos, e incluso los que se consideraban sospechosos tenían una tasa de detección baja --recuerda Krilaviciute--. Los resultados que hemos visto en el ensayo PROBASE muestran que la prueba del PSA a los 45 años detectaba cuatro veces más cánceres de próstata».
Los investigadores creen que una de las razones por las que el tacto rectal podría estar fallando en la detección de cánceres, sobre todo en los hombres más jóvenes, es porque los cambios en el tejido de la próstata pueden ser demasiado leves para detectarlos con un dedo. Además, algunos cánceres se producen en una parte de la próstata a la que no se puede llegar fácilmente con el dedo.
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«Es posible que el cáncer en estadio inicial no tenga el tamaño y la rigidez necesarios para ser palpable», afirma el profesor Peter Albers, urólogo de la Universidad de Düsseldorf y autor principal del estudio.
«Un análisis separado en el que se utilizaron resonancias magnéticas antes de las biopsias para localizar cánceres en la próstata mostró que alrededor del 80% de éstos se encuentran en una zona que debería ser fácil de alcanzar con un dedo y, aun así, los cánceres no eran detectables mediante tacto rectal», añade.
Los investigadores piden ahora que se generalice el uso de las pruebas de PSA y las resonancias magnéticas como parte de los programas de cribado en lugar del tacto rectal.
«Si el objetivo de un programa de cribado es detectar los cánceres lo antes posible y la herramienta de cribado actual no lo consigue, se trata de un fallo fundamental de ese enfoque --afirma el profesor Albers--. En nuestro artículo especulamos que el tacto rectal no sólo no es útil para detectar el cáncer, sino que también puede ser una de las razones por las que la gente no acude a las visitas de cribado».