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¿Son buenas las conservas en la dieta diaria? Esto es lo que dicen los expertos

Incluir una lata de acelgas o de garbanzos puede ayudar a mantener una dieta saludable y equilibrada

Neveras y congeladores son electrodomésticos que actualmente no faltan en ninguna vivienda, sin embargo, la forma de conservar los alimentos no siempre ha sido tan sencilla y se tenía que recurrir al secado, escabechado o al salazón de alimentos. No sería hasta principios del siglo XIX cuando el francés Nicolás Appert inventara el tarro de conservas y Peter Durand la lata.

Hoy en día, la elaboración de conservas caseras sigue siendo una manera de preservar alimentos perecederos y de aprovecharlos, evitando así el desperdicio alimentario. Además, permite disfrutar de alimentos de temporada durante todo el año.

Si se opta por las de supermercado, nutricionistas de Sanitas explican que, especialmente si son legumbres, verduras o pescados y mariscos, estas conservas pueden ayudar a mantener una dieta saludable y equilibrada. «Eligiendo conservas de alta calidad, que no tengan azúcares o sal añadidas, y que estén conservadas al natural o con aceites de oliva o girasol buenos pueden ser un aliado para una alimentación saludable y variada».

Un buen ejemplo de ello son las conservas de pescado ya que recurrir a su versión en conserva ayudar a incorporar ácidos grasos omega 3 y 6, así como proteína de alta calidad.

Del mismo modo, una lata de atún en conserva al natural puede ser el complemento ideal para consumir una de las raciones de pescado que se recomienda comer a la semana –entre 3 y 5– de manera fácil y sin aceites añadidos.

El uso de conservas vegetales o de legumbres también puede contribuir a seguir una dieta saludables. Emplear una conserva de acelgas, espinacas, lentejas o garbanzos en una receta puede suponer la diferencia entre incorporar o no verduras y legumbres en el plato.

En qué fijarse

  • Que no tengan azúcar o sal añadida.
  • Elegirlas siempre que sea posible al natural.
  • Si optamos por la opción en aceite, que sea un aceite de calidad, preferiblemente de oliva virgen extra.
  • Buscar las latas que conserven bien su forma, es decir, que no estén hinchadas ni abolladas, pues esto puede poner en peligro la salubridad del alimento que está en el interior.
  • Vigilar la fecha de caducidad. Son un aliado para tener siempre en la despensa, pero es mejor no olvidarlos. Una conserva al natural puede aguantar alrededor de 4 años en buen estado, si está en aceite, puede llegar a los 6 años.