El síndrome de las 'piernas azules'

Coronavirus

El síndrome de las 'piernas azules', la última secuela de la COVID-19

Una nueva investigación publicada en The Lancet describe un caso de cianosis en un paciente que superó la enfermedad

Son muchos los que han olvidado ya al temible virus de la COVID-19 que nos confinó en casa durante meses allá por 2020. Sin embargo, la enfermedad sigue teniendo incidencia en nuestra población y, en muchos casos, aquellas personas que la superaron siguen arrastrando diferentes síntomas.

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista científica The Lancet ha señalado que podría existir una nueva secuela: el síndrome de las 'piernas azules'.

Síndrome de las 'piernas azules'

El estudio, cuyo autor es el doctor Manoj Sivan, de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, describe el caso de un hombre de 33 años que desarrolló acrocianosis, una acumulación venosa de sangre en las piernas.

Según se explica, un minuto después de ponerse de pie, el paciente experimentaba enrojecimiento en las piernas hasta volverse azules con el tiempo, con las venas cada vez más visibles. Al cabo de 10 minutos ese color azul era mucho más pronunciado y el hombre experimentaba picor y sensación de pesadez. Solo dos minutos después de volver a poner las piernas en reposo, sentado o de pie, estas recuperaron su color.

El paciente comenzó a experimentar esta afección durante la pandemia, Tras un diagnóstico de coronavirus, descubrieron que tenía una afección que provoca el aumento anormal de la frecuencia cardiaca al ponerse de pie denominado síndrome de taquicardia ortostástica postural.

El doctor Sivan, Profesor Clínico Asociado y Consultor Honorario en Medicina de Rehabilitación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Leeds, asegura que se trata de un caso sorprendente en el que el paciente no había experimentado la acrocianosis antes de su infección por la COVID-19.

«Los pacientes que experimentan esto pueden no ser conscientes de que puede ser un síntoma de covid largo y disautonomía y pueden sentirse preocupados por lo que están viendo», explica el investigador. Además, este descubrimiento podría hacer posible que otros médicos comiencen a ser «conscientes de la relación entre la acrocianosis y el Covid largo».

COVID-19 persistente

Según los últimos datos disponibles, casi dos millones de españoles padecen COVID-19 persistente y, de ellos, 600.000 lo sufren desde hace más de tres años. Una encuesta realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia refleja que el 46 % de las personas que lo padecen están de baja o trabajan con mucha dificultad, el 9,5 % perdió su trabajo y el 2,9 % ha conseguido la incapacidad permanente.

Esta afección afecta a múltiples sistemas del organismo y presente una serie de síntomas que pueden afectar a los pacientes para realizar actividades cotidianas.

Los síntomas más característicos son:

  • Malestar posterior al esfuerzo
  • Fatiga debilitante
  • Pérdida o cambio en el olfato o el gusto
  • Mareos
  • Confusión mental
  • Síntomas gastrointestinales
  • Palpitaciones
  • Tos crónica
  • Cambios en el deseo o la capacidad sexual
  • Dolor torácico
  • Sed
  • Movimientos anormales

Los síntomas correlacionados con estos incluyen sequedad de boca, debilidad, dolores de cabeza, temblores, dolor muscular y abdominal, fiebre/sudores/escalofríos y trastornos del sueño.

Ahora, a esta lista podría unirse la acrocianosis, que se ha observado anteriormente en niños con disfunción del sistema nervioso autónomo (disautonomía), un síntoma común de los síndromes posvirales.