Qué es una blefaroplastia, la cirugía que rejuvenece la mirada

En los últimos años la demanda de determinadas cirugías estéticas, como la blefaroplastia ha ido en aumento mientras otras, como el lifting facial o las liposucciones han perdido popularidad, según se recoge en el último informe de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE).

Con el paso de los años, uno de los factores que más envejece la mirada es el exceso de piel de los párpados y es que, según explican desde la Clínica Mayo, a medida que se envejece los párpados se estiran y los músculos que los sostienen se debilitan. En consecuencia, se puede acumular un exceso de grasa arriba y abajo de los párpados. Esto provoca cejas flácidas, párpados superiores caídos y bolsas debajo de los ojos.

Expertos del Instituto de Microcirugía Ocular explican que la blefaroplastia actúa sobre los párpados para liberar y eliminar el exceso de piel y tensar el músculo orbicular, así como para extraer la grasa sobrante, si es el caso, y eliminar las bolsas palpebrales.

En la mayoría de las blefaroplastias el objetivo tiene fines cosméticos pero en otros casos la caída de los párpados superiores puede interferir también en la visión. En este caso, la blefaroplastia no solo tiene la función de corregir estéticamente el aspecto de la mirada, sino que se lleva a cabo para que la posición de los párpados no afecte a la visión periférica o lateral de paciente.

Cómo se realiza

El cirujano Jesús Barón explica que para minimizar las cicatrices, las incisiones se realizan en las líneas naturales de los párpados superiores y justo debajo de las pestañas de los inferiores, separando la piel de la grasa y el músculo subyacentes. A continuación, se extirpa el exceso de grasa y, si es necesario, el de piel y músculo.

Una semana después se quitan los puntos y, en dos semanas, desaparecen los hematomas o moratones que hayan podido presentarse, aunque suelen prevenirse con la aplicación de pomadas y compresas frías.