El 'efecto Kate Moss' y lo que el tabaco influye en el envejecimiento
Unas fotos de la modelo sin maquillar muestran sus arrugas faciales
Hace más de 30 años saltaba a la fama la supermodelo británica Kate Moss (49). Con tan solo 15 años desfilaba en la Semana de la Moda de Londres y con 18 se convertía en la imagen de los perfumes de Calvin Klein. Una carrera en lo más alto que no estuvo exenta de controversia y adicciones entre ellas el tabaco, una dependencia a la nicotina que la top model no ha conseguido superar y que, podría estar ocasionando un envejecimiento prematuro de su piel tal y como reflejan unas imágenes recientes de la modelo sin maquillar.
Más de diez estudios poblacionales han analizado el efecto del tabaco sobre la salud de la piel. Expertos de Quirón Salud explican que el tabaco puede provocar un envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de mayor densidad de arrugas: «Todo ello se debe, entre otros, a la alteración que causa este hábito en el flujo sanguíneo arterial en la piel que dificulta la llegada de oxígeno y nutrientes al tejido conjuntivo cutáneo, nuestro propio colágeno y las células a nivel profundo y superficial, produciendo daños secundarios irreparables», además, añaden, «la nicotina causa directamente efectos en las células de la piel, disminuyendo su actividad, capacidad de migración, proliferación y remodelación».
Envejecimiento de los tejidos
Un estudio reciente realizado con casi 500.000 personas ha demostrado que fumar acorta los fragmentos finales de los cromosomas en los glóbulos blancos de nuestro sistema inmunológico. La longitud de estos fragmentos terminales, llamados telómeros, es un indicador de qué tan rápido envejecemos y de la capacidad de nuestras células para repararse y regenerarse.
La Dra. Siyu Dai, profesora en la Universidad de Hong Kong explica en un comunicado: «Nuestro estudio muestra que el tabaquismo y la cantidad de cigarrillos pueden dar como resultado el acortamiento de la longitud de los telómeros de los leucocitos, que es un indicador de la autorreparación, la regeneración y el envejecimiento de los tejidos. En otras palabras, fumar puede acelerar el proceso de envejecimiento, mientras que dejar de fumar puede disminuir considerablemente el riesgo relacionado».
Por su parte, la Dra. Dai y su colega, el Dr. Feng Chen, de la Universidad de Hong Kong afirman: «Nuestro estudio se suma a la evidencia de que fumar causa envejecimiento. Dado que dejar de fumar tiene claros beneficios para la salud es hora de incluir apoyo y tratamiento para dejar de fumar en el manejo clínico diario para ayudarnos a crear un ambiente libre de humo para la próxima generación».