Cambiar la carne roja por arenques o sardinas podría salvar hasta 750.000 vidas al año en 2050GTRES

Los beneficios para la salud de cambiar un chuletón por unas sardinas

Cambiar la carne roja por arenques o sardinas podría salvar hasta 750.000 vidas al año en 2050

Cambiar la carne roja por peces de forraje, como arenque, sardinas y anchoas, podría salvar hasta 750.000 vidas al año en 2050 y reducir significativamente la prevalencia de discapacidad como resultado de enfermedades relacionadas con la dieta, según sugiere un estudio publicado en la revista BMJ Global Health.

Cada vez hay más pruebas que vinculan el consumo de carnes rojas y procesadas con mayores riesgos de enfermedades no transmisibles, que representaron alrededor del 70 % de todas las muertes a nivel mundial en 2019, explican los investigadores. De estos, las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer de intestino representaron casi la mitad (44 %) de esta cifra, y la enfermedad de las arterias coronarias se llevó la mayor parte.

Los peces de presa, que son depredados por peces más grandes, son ricos en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3 (DHA y EPA), cuya ingesta puede prevenir enfermedades coronarias, además de ser abundantes en calcio y vitamina B12. También tienen la huella de carbono más baja de cualquier fuente de alimento animal, señalan los investigadores.

Si bien varios estudios han revelado los posibles beneficios nutricionales y ambientales del pescado forrajero, no está claro hasta qué punto podrían reducir la carga mundial de enfermedades si se sustituyera la carne roja.

En un intento por cerrar esta brecha de conocimiento, los investigadores crearon cuatro escenarios diferentes, cada uno de los cuales representa un patrón diferente de asignación de peces forrajeros a nivel mundial, utilizando datos para el consumo proyectado de carne roja en 2050 para 137 países y datos históricos sobre la captura de peces forrajeros en hábitats marinos.

Cuatro escenarios

  1. Priorización del abastecimiento interno, con pesca forrajera capturada para consumo nacional o sustitución de carnes rojas.
  2. Ingesta mínima de carne, priorizando la sustitución en países con un consumo de carne de ovino y bovino superior al nivel recomendado de 15 kcal.
  3. Ingesta adecuada de pescado, dando prioridad a los países con un consumo de pescado inferior al nivel recomendado de 40 kcal
  4. Igual porcentaje de carne roja reemplazada en todos los países, determinado por la disponibilidad de pescado forrajero.

Su análisis muestra que, si se adoptara ampliamente para el consumo humano directo, el pescado forrajero podría proporcionar beneficios sustanciales para la salud pública, particularmente en términos de reducir la aparición de enfermedades coronarias, dicen los investigadores.

A nivel mundial, este enfoque podría prevenir entre medio millón y 750.000 muertes por enfermedades relacionadas con la dieta en 2050 (y muertes por enfermedades coronarias en particular) y podría evitar entre 8 y 15 millones de años de vida vividos con una discapacidad, la mayoría de los cuales se concentran en países de bajos y medianos ingresos.

La limitada oferta de pescado forrajero no es suficiente para sustituir toda la carne roja, reconocen los investigadores. Pero podría potencialmente aumentar el consumo diario per cápita de pescado hasta cerca del nivel recomendado de 40 kcal en la mayoría de los países, así como reducir las muertes por enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes y cáncer de intestino en un 2 % en 2050.

Según los investigadores, adoptar este tipo de dieta sería especialmente útil para los países de ingresos bajos y medios, donde este pescado es barato y abundante, y donde el costo de las enfermedades cardíacas, en particular, es alto.