¿Puede una dieta frenar el cáncer de mama avanzado?
Un estudio pone el foco en alimentos integrales y plantas
Numerosos estudios han demostrado que un estilo de vida saludable basado en ejercicio físico habitual, alimentación variada y equilibrada, así como evitar el consumo de alcohol y tabaco, reducen de forma importante el riesgo de desarrollar cáncer. Sin embargo según los últimos datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se diagnosticarán 36.395 nuevos casos de cáncer de mama, siendo este tipo de tumor el más frecuente entre las mujeres españolas por delante del colorrectal, de pulmón, cuerpo uterino, tiroides y páncreas.
Uno de los momentos más complicados del diagnóstico es el momento de conocer el grado del tumor. Cuándo este está en un estadio IV, el más avanzado significa que ha propagado a ganglios linfáticos cercanos y a partes del cuerpo distantes, más allá de la mama.
¿Puede la dieta ayudar a estas mujeres a controlar las células cancerígenas? Los resultados de un estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester y el Instituto del Cáncer Wilmot son alentadores.
La conclusión principal es que las mujeres con cáncer de mama que consumían exclusivamente una dieta basada en alimentos integrales y plantas perdieron peso, mejoraron los niveles de colesterol y otros factores metabólicos clave, tuvieron menos fatiga y percibieron que se sentían más alerta mentalmente y, en general, mejor.
El estudio incluyó a 30 pacientes que estaban en tratamiento estable y podían tolerar los alimentos. Los investigadores dividieron aleatoriamente a los participantes en dos grupos:
- Recibió atención estándar
- El grupo de intervención comió las comidas proporcionadas por el equipo de investigación durante ocho semanas.
En qué consistía la dieta
La dieta consistía únicamente en frutas, verduras, cereales integrales, incluida la pasta integral, legumbres como judías, patatas y frutos secos y semillas. Los participantes acordaron evitar los alimentos de origen animal, tanto carne, como huevos y lácteos y todos los aceites y grasas sólidas añadidas. También tomaron un multivitamínico diario.
Las mujeres bajaron de peso
Las mujeres comenzaron con un IMC promedio de 29,7, que está al borde de la obesidad. Los pacientes del grupo de alimentos integrales de origen vegetal perdieron entre una y dos libras (alrededor de un kg) por semana durante ocho semanas, sin ejercicio obligatorio y sin restricción calórica.
Esto es importante porque las personas con cáncer de mama a menudo aumentan de peso durante el tratamiento, lo cual también supone un riesgo porque demasiado peso corporal aumenta los niveles de insulina y hormonas (estrógeno y testosterona) en la sangre, lo que puede provocar cáncer.
Cambios de aminoácidos en sangre
Otro resultado alentador del estudio: los investigadores observaron una reducción en las muestras de sangre de IGF-1, un factor de crecimiento que se ha asociado con muchos cánceres comunes, así como una menor inflamación.
«Aunque no podemos decir nada todavía sobre si la dieta puede detener la progresión del cáncer a partir de este pequeño estudio, vimos resultados preliminares que sugieren cambios favorables dentro del cuerpo, lo cual es muy positivo», dijo Thomas M. Campbell, profesor de Medicina Familiar en URMC.
Los científicos saben que las células cancerosas dependen de los aminoácidos para sobrevivir, y los pacientes que siguieron la dieta basada en plantas experimentaron cambios en sus niveles de aminoácidos en sangre. Los científicos está estudiando el efecto de la composición de aminoácidos en la supervivencia de las células cancerosas y el efecto de los aminoácidos en varios medicamentos contra el cáncer.