Los mosquitos transmiten el virus del Nilo

Los mosquitos transmiten el virus del Nilo

Síntomas y transmisión del virus del Nilo que ha matado a una mujer en Sevilla

La fiebre del Nilo Occidental es causada por un virus transmitido principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados

El virus del Nilo está despertando todas las alarmas en Andalucía. Y no es para menos. A la muerte de una mujer de 71 años en la localidad de Dos Hermanas, por culpa de esta enfermedad, se le ha sucedido la aparición de dos nuevos casos en Los Palacios y Coria. Desde la Delegación Territorial de la Consejería de Salud y Consumo de Sevilla se ha notificado el cambio a Nivel de Riesgo 5.

Esto conlleva una actuación urgente sobre la población de mosquitos adultos de género Culex, así como una intensificación de los planes municipales en sendas localidades.

La fiebre del Nilo Occidental es causada por un virus transmitido principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados, y fue identificada por primera vez en Uganda en 1937. En los últimos años, se han registrado casos en diversos países de África, Europa, Oriente Medio, América del Norte y Asia occidental, lo que subraya la necesidad de vigilancia constante.

El virus del Nilo Occidental presenta un desafío significativo para la salud pública debido a su comportamiento asintomático en la mayoría de los casos. Aproximadamente el 80 % de las personas infectadas no muestran ningún síntoma, lo que complica la detección y el control de la enfermedad. Sin embargo, el 20 % restante puede experimentar una variedad de síntomas que incluyen fiebre, dolores de cabeza, dolores corporales, vómitos, diarrea, fatiga y erupciones cutáneas. En casos extremadamente raros, menos del 1 % de las infecciones pueden resultar en complicaciones neurológicas graves como la meningoencefalitis, que es la inflamación de las capas que recubren el cerebro, o la parálisis de nervios. Estas complicaciones neurológicas pueden tener consecuencias graves y duraderas, y requieren atención médica inmediata.

La transmisión del virus del Nilo Occidental se produce exclusivamente a través de la picadura de mosquitos infectados, especialmente aquellos del género Culex. Afortunadamente, no se ha demostrado que el virus se transmita de persona a persona ni de animal a persona mediante el contacto habitual, lo que incluye tocar, besar o manejar animales infectados, ya sean vivos o muertos. Esta característica limita significativamente las vías de transmisión y enfoca las medidas preventivas en el control de la población de mosquitos.

Para protegerse contra el virus del Nilo Occidental, es esencial seguir las recomendaciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Entre las medidas más efectivas se incluye el uso de repelentes de insectos que contengan ingredientes activos como DEET, picaridina, IR3535, aceite de eucalipto de limón (OLE), para-mentano-diol (PMD) o 2-undecanona. Además, se recomienda usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, como camisetas y pantalones largos, para reducir la exposición a las picaduras de mosquitos. Dentro de los hogares, es crucial utilizar aire acondicionado y asegurar que las ventanas y puertas estén equipadas con mallas o mosquiteras para evitar la entrada de mosquitos. También se debe prestar atención a la eliminación de cualquier acumulación de agua estancada, ya que estos son los lugares donde los mosquitos tienden a poner sus huevos, contribuyendo así a la reducción de la población de mosquitos en el entorno cercano.

Es particularmente importante que las personas mayores de 60 años y aquellas con condiciones médicas subyacentes sean conscientes del mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad. Si alguien experimenta síntomas graves asociados con el virus del Nilo Occidental, debe buscar atención médica inmediata para recibir el tratamiento adecuado.

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