Entrada a un baño unisexTed Eytan

¿Cuántas veces se debe ir al servicio al día?

Un estudio descubre un vínculo entre la frecuencia de las deposiciones y la salud general

Todo el mundo tiene la necesidad fisiológica de ir al servicio a defecar. Los hay que van todos los días e incluso varias veces mientras que para otros su visita al retrete es menos frecuente. Una nueva investigación del Instituto de Biología de Sistemas (ISB), publicada en la revista Cell Reports Medicine, sugiere que la frecuencia de las deposiciones está relacionada con la salud a largo plazo.

Un equipo de investigación dirigido por el ISB examinó los datos clínicos, de estilo de vida y multiómicos de más de 1.400 adultos sanos. Descubrieron que la frecuencia con la que las personas defecan puede tener una gran influencia en la fisiología y la salud de una persona.

Cuatro grupos

El equipo de investigación categorizó la frecuencia de evacuaciones intestinales autoinformada en cuatro grupos: 1- Estreñimiento: una o dos evacuaciones intestinales por semana.

2- Baja-normal: entre tres y seis evacuaciones intestinales por semana.

3- Alta-normal: entre una y tres evacuaciones intestinales por día.

4- Diarrea

Una vez categorizados, el equipo buscó asociaciones entre la frecuencia de las deposiciones y factores como la demografía, la genética, el microbioma intestinal, los metabolitos sanguíneos y la química del plasma.

Composición microbiana

El estudio demostró, según explican en un comunicado, que la edad, el sexo y el índice de masa corporal (IMC) estaban significativamente asociados con la frecuencia de las deposiciones. En concreto, las personas más jóvenes, las mujeres y aquellas con un IMC más bajo tendían a tener deposiciones menos frecuentes.

«Investigaciones anteriores han demostrado cómo la frecuencia de las deposiciones puede tener un gran impacto en el funcionamiento del ecosistema intestinal», afirmó Johannes Johnson-Martínez, autor principal del estudio.

De hecho, los investigadores también demostraron que la composición microbiana de los microbiomas intestinales de los participantes del estudio era un signo revelador de la frecuencia de las deposiciones.

Las bacterias intestinales que fermentan la fibra, a menudo asociadas con la salud, parecían prosperar en una «zona ideal» de frecuencia de deposiciones, donde las personas defecaban entre 1 y 2 veces al día.

Sin embargo, las bacterias asociadas con la fermentación de proteínas o el tracto gastrointestinal superior tendían a ser más abundantes en aquellos con estreñimiento o diarrea, respectivamente.

De manera similar, varios metabolitos sanguíneos y la química plasmática mostraron asociaciones significativas con la frecuencia de las deposiciones, lo que sugiere posibles vínculos entre la salud intestinal y el riesgo de enfermedades crónicas. En concreto, los subproductos de la fermentación de proteínas de origen microbiano que se sabe que causan daños a los riñones, como el p-cresol-sulfato y el indoxil-sulfato, se enriquecieron en la sangre de las personas que informaron de estreñimiento, mientras que las químicas clínicas asociadas con el daño hepático estaban elevadas en las personas que informaron de diarrea.

Los niveles sanguíneos de indoxil-sulfato, en particular, se asociaron significativamente con una función renal reducida, lo que proporciona un apoyo preliminar a un vínculo causal entre la frecuencia de los movimientos intestinales, el metabolismo microbiano intestinal y el daño orgánico en esta cohorte sana.

El estreñimiento crónico se ha asociado con trastornos neurodegenerativos y con la progresión de la enfermedad renal crónica en pacientes con enfermedad activaDr. Sean GibbonsProfesor asociado de ISB

Como era de esperar, quienes informaron consumir una dieta rica en fibra, una mejor hidratación y hacer ejercicio regularmente tendieron a encontrarse en la zona ideal para el movimiento intestinal.

«El estreñimiento crónico se ha asociado con trastornos neurodegenerativos y con la progresión de la enfermedad renal crónica en pacientes con enfermedad activa», dijo el Dr. Sean Gibbons, profesor asociado de ISB y autor correspondiente del artículo. «Sin embargo, no ha quedado claro si las anomalías en el movimiento intestinal son impulsores tempranos de la enfermedad crónica y el daño orgánico, o si estas asociaciones retrospectivas en pacientes enfermos son mera coincidencia».

El estudio también exploró las asociaciones entre la frecuencia de las deposiciones y la ansiedad y la depresión, lo que indica que el historial de salud mental está relacionado con la frecuencia con la que uno defeca.