Juegos Olímpicos
Qué es la rotura del ligamento cruzado de rodilla, la lesión que ha sufrido Carolina Marín
La triple campeona del mundo y ocho veces campeona de Europa intentó seguir compitiendo, pero tras jugar dos puntos comprobó que no podía continuar
La jugadora española de bádminton Carolina Marín se lesionó en las semifinales de los Juegos Olímpicos de París 2024. A pesar de marcharse sin medalla, su lucha en la capital francesa, tras haber sido medallista de oro en Río 2016, la convierte en una de las grandes protagonistas. Además, apareció en este deporte de la nada, ya que no se esperaba que una chica de Huelva llegara a ser la reina de este deporte.
Ya se conoce el diagnóstico de su grave lesión. «Me he roto, me he roto», fueron las palabras que le dijo a su entrenador, Fernando Rivas, antes de echarse a llorar por la impotencia de enfrentar otra recaída. De hecho, la española ha sufrido un calvario desde 2019, comenzando con una rotura del ligamento cruzado y, posteriormente, con la misma rotura en la pierna izquierda y un desgarro de menisco.
A sus 31 años, ha dominado el circuito femenino de bádminton con mano de hierro. Trabajó duro para llegar a París en un nivel alto y lo consiguió. No obstante, tras las pruebas realizadas en París y completadas ayer en Madrid, se ha confirmado que sufre, nuevamente, «una rotura de la plastia del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha», de la cual ya había sido operada.
«Todavía no he podido ver todo, pero desde luego que quiero dar las gracias a todo el mundo. Estoy destrozada, no puedo decir otra cosa, pero me voy al hospital, que me hagan pruebas y a ver qué sale, ahí tomaremos decisiones», expresó a los medios de comunicación en su llegada a Madrid.
Rotura del ligamento cruzado de rodilla
En este sentido, las lesiones del ligamento cruzado anterior suelen ocurrir durante la práctica de deportes que implican detenerse o cambiar de dirección de forma repentina, así como saltar y aterrizar. Por ello, el bádminton es uno de esos deportes en los que estas lesiones se suelen producir con mayor frecuencia. A su vez, el tiempo de recuperación estimado en estos casos normalmente discurre entre siete y nueve meses, contando con varias fases de rehabilitación.
Esta lesión consiste en el desgarro o esguince de ese ligamento, que es una de las fuertes bandas de tejido que ayudan a conectar el hueso del muslo (fémur) con la tibia. De hecho, muchas personas escuchan un chasquido en la rodilla cuando ocurre una lesión del ligamento cruzado anterior.
Respecto al proceso de recuperación, durante los dos primeros meses se enfoca en fortalecer la musculatura del muslo y la pantorrilla. Posteriormente, después de un mes, se pueden introducir otros ejercicios, como el uso de la bicicleta. A partir de las ocho o diez semanas, también se recomienda la natación, ya que es un deporte que no ejerce una gran presión sobre el ligamento y ayuda a reforzar el cuádriceps.
Finalmente, en la última fase, que comienza a los tres o cuatro meses después de la operación, se recomienda hacer carrera continua. La española ya conoce el tiempo que deberá estar de baja, pero también tiene claro el trayecto de su recuperación, que es lo más importante. Carolina volverá y es una clara candidata, si sigue en activo a los 35 años, a ser la abanderada de España en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.