Las mujeres tardan más que los hombres en pedir ayuda por problemas de adicción al alcohol.

Las mujeres tardan más que los hombres en pedir ayuda por problemas de adicción al alcohol.GTRES

¿Vino o cerveza? Una experta revela cuál no deberías beber si tienes ansiedad

El alcohol es un depresor que inicialmente produce sensaciones calmantes pero con efecto rebote

El alcohol perjudica seriamente su salud, esta frase lejos de ser un eslogan es un hecho probado por la ciencia. Distintos estudios han demostrado los efectos devastadores que esta droga, socialmente aceptada y permitida que se consume a diario en casi cualquier rincón del mundo, provoca en la salud dañando no solo el hígado, su principal perjudicado.

Según un estudio de la Universidad de Reading, publicado en la revista Nature, todos los tipos de alcohol pueden incrementar significativamente el riesgo de padecer siete tipos diferentes de cáncer. En este grupo se encuentran los de boca, garganta, laringe, pecho, hígado, esófago e intestino.

El alcohol también puede perjudicar a aquellas personas con problemas de salud mental, como depresión y ansiedad. Los expertos explican que, aunque el alcohol es un depresor que inicialmente puede producir sensaciones calmantes, también tiene un «efecto rebote», donde los niveles de ansiedad se disparan.

Si bien ninguna bebida alcohólica beneficia la salud mental algunas, según los expertos consultados por el Daily Mail, tienen más probabilidades de provocar ansiedad. «Algunas no sólo tienen niveles más elevados de alcohol, sino que también contienen otras sustancias químicas que podrían aumentar el riesgo de síntomas como palpitaciones», dicen los expertos.

Lisa Gunn, directora de prevención de salud mental en Nuffield Health, explica en el HuffPost UK que «el alcohol es un depresor que inicialmente puede producir un efecto calmante» y añade: «Cuando esto desaparece, normalmente observamos un efecto rebote en el que los niveles de ansiedad aumentan. Esto se debe, en parte, a que el alcohol altera el equilibrio de los neurotransmisores y mensajeros químicos en el cerebro».

El alcohol también puede inducir una sensación de pánico porque afecta a una sustancia química del cerebro que normalmente tiene un efecto relajante, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) que, según explica Rob Hobson, nutricionista y autor de Unprocessed Your Life «a medida que el efecto del alcohol desaparece durante la resaca, la actividad del GABA disminuye, lo que genera mayor excitabilidad y ansiedad».

Diferencias en el alcohol

Pero, ¿son todas las bebidas alcohólicas igual de perjudiciales al desaparecer sus efectos sobre el organismo? A esta pregunta la directora de prevención de salud mental en Nuffield Health asegura que algunas pueden ser peores que otras.

Aquellas que combinan alcohol con refrescos pueden empeorar las cosas, ya que pueden provocar que el nivel de azúcar en sangre suba y baje a lo largo de la noche, lo que lleva a subidas y bajones rápidos de energía.

Sin embargo, el vino tinto puede ser el peor, asegura la experta. La razón radica en la tiramina e histaminas, que pueden provocar ansiedad en aquellas personas susceptibles. Por contra, el menor contenido de alcohol de la cerveza representan un riesgo menor para la salud mental, siempre que no se beba en exceso.

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