Tener tripa cervecera más de 6 años aumenta el riesgo de infarto a partir de los 45 años

Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte entre los adultos en España, representando aproximadamente el 26 % de la mortalidad general. A nivel mundial, según los datos de 2024 sobre enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares de la Asociación Estadounidense del Corazón, casi 20 millones de personas mueren al año por esta causa.

Uno de los factores de riesgo modificable más importante para las enfermedades cardiovasculares es la obesidad y más en concreto la abdominal. Según una nueva investigación, publicada en el Journal of the American Heart Association, una revista de la American Heart Association, tener un índice de redondez corporal (BRI) alto durante un período de 6 años se asoció con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en adultos mayores de 45 años.

Qué es el BRI

El BRI es un índice relacionado con la obesidad abdominal que combina la circunferencia de la cintura y la altura, lo que refleja la proporción de grasa abdominal y visceral. En cambio, el índice de masa corporal (IMC) solo mide el peso en relación con la altura. Investigaciones anteriores han sugerido que el BRI es un predictor valioso del riesgo de enfermedad cardiovascular y que puede ayudar a determinar la presencia de resistencia a la insulina y síndrome metabólico.

En este estudio, los investigadores evaluaron la asociación del BRI con la enfermedad cardiovascular entre los participantes del Estudio Longitudinal de Salud y Jubilación de China (CHARLS), un estudio representativo a nivel nacional de adultos de mediana edad y mayores en China.

Los investigadores analizaron los datos de salud de más de 9.935 adultos que viven en China, de 45 años o más, con una edad promedio de 58 años al inicio del estudio. Estudiaron el índice de redondez corporal (BRI) de 2011 a 2016 y detallaron la trayectoria de los niveles de BRI de los participantes del estudio.

El análisis determinó que las trayectorias más altas de BRI se asociaron significativamente con el riesgo de enfermedad cardiovascular, y con mediciones de BRI crecientes y persistentemente más altas, se evidenció un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular o eventos cardíacos, independientemente de la edad, el sexo u otras variables de los participantes.

Después de tener en cuenta otras medidas de salud, como la presión arterial, la glucosa en sangre y los niveles de colesterol, los participantes del grupo BRI moderado-estable y del grupo BRI alto-estable todavía tenían estos últimos un mayor riesgo de diagnóstico de ECV durante el período del estudio.

Yun Qian, investigador de la Universidad Médica de Nanjing en China, explica: «Nuestros hallazgos indican que 6 años de BRI estable de moderado a alto parecieron aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular, lo que sugiere que las mediciones de BRI podrían usarse como un factor predictivo de la incidencia de enfermedad cardiovascular», y añade: «Esto podría explicarse por la correlación entre la obesidad y la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes tipo 2, todos los cuales son factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular. También se ha demostrado que la obesidad conduce a la inflamación y otros mecanismos en el cuerpo que pueden afectar el corazón y el funcionamiento cardíaco».