El café empezó a consumirse en Europa en el siglo XVII en VeneciaGTRES

Este es el tipo de café que nunca deberías beber

A nivel mundial, el café es uno de los estimulantes más utilizado, y probablemente el más seguro. Se ha utilizado durante cientos de años y, durante todo este tiempo se ha afirmado que es un remedio saludable para muchas dolencias. La investigación más actual aún está dividida, en temas como, por ejemplo, si el consumo de café contribuye a aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca isquémica o si, por el contrario, es beneficioso. Un trabajo realizado por el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos, publicado en la revista New England Journal of Medicine, concluyó que aquellas personas que consumían café a diario reducían su riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, respiratoria, ictus, diabetes, infecciones y lesiones.

Por contra, una investigación de la Universidad de Galway, en colaboración con la Universidad McMaster de Canadá, recién publicada en International Journal of Stroke, afirma que beber más de cuatro tazas de café al día aumentaba el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en un 37 %.

El cardiólogo, Enrique Galve, explica que la clave está en la cantidad: «Cualquier persona, aunque sea hipertenso o padezca alguna enfermedad cardiaca, puede tomar café siempre que no se superen las 3 o 4 tazas al día».

La forma de preparar el café

Sin embargo, la forma de preparar el café sí podría inclinar la balanza en favor de los que opinan que el café es perjudicial. En concreto, la investigación se centra en si la bebida ha pasado por un filtro de papel o no.

Un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, examinó los vínculos entre los métodos de preparación del café y los riesgos de ataques cardíacos y muerte.

El café sin filtrar, el clásico de puchero que se obtiene dejando directamente los granos de café molidos a fuego lento en agua hirviendo, contiene una cantidad sustancial de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL), lo que aumenta los diterpenos kahweol y cafestol que podrían contribuir, al menos teóricamente, a un mayor riesgo de cardiopatía isquémica.

Los investigadores aseguran que una taza de café sin filtrar contiene aproximadamente 30 veces la concentración de sustancias que aumentan los lípidos en comparación con el café filtrado.

Café filtrado versus sin filtrar

El estudio comprobó que beber café filtrado se asocia con una menor mortalidad que no tomar café o tomar solo café sin filtrar. Además, la mayor mortalidad por enfermedad coronaria en el caso del café sin filtrar se debe en parte a su asociación con el colesterol total.

El profesor Dag S. Thelle, autor del estudio, explica: «El café sin filtrar contiene sustancias que aumentan el colesterol en sangre. El uso de un filtro las elimina y hace que los ataques cardíacos y la muerte prematura sean menos probables». El profesor de epidemiología de la Universidad de Oslo añade: «Nuestro estudio aporta pruebas sólidas y convincentes de que existe una relación entre los métodos de preparación del café, los ataques cardíacos y la longevidad».