¿Sabrías identificar si un familiar tiene un problema de salud mental?

En un mundo donde se vive con prisas y que es cada día más competitivo es inevitable que aparezcan nervios y estrés. Incluso se puede experimentar miedo por no llegar a todo o por no dar la talla. Sin embargo, los expertos aseguran que tener buena salud mental no significa no tener problemas ni trastornos, sino contar con un equilibrio emocional que nos permita enfrentar ese estrés de la vida y la cotidianidad, mantener relaciones satisfactorias y disfrutar de la existencia con plenitud. Una persona con buena salud mental es capaz de gestionar sus emociones, recuperarse tras momentos difíciles y sentirse motivada en sus actividades diarias.

La capacidad de adaptarse a los cambios y mantener una autoestima positiva también son componentes clave de un bienestar psicológico.

Con motivo del Día Internacional de la Salud Mental, este 10 de octubre, psicólogos de Consulta Despertares, analizan las señales que indican cuando este equilibrio se ha perdido o está comprometido.

¿Te sientes irritable, triste o ansioso sin motivo o causa aparente? Cambios de humor repentinos y prolongados pueden ser un indicio de estrés o problemas emocionales más profundos.

La falta de sueño o el insomnio, así como lo contrario, son señales frecuentes de un problema de salud mental subyacente. Si te cuesta conciliar el sueño, te despiertas a menudo o duermes en exceso, es momento de prestar atención.

Si ya no disfrutas de las actividades que solían apasionarte, como hobbies, trabajo o incluso socializar, podría ser un síntoma de depresión o ansiedad.

¿Te resulta difícil concentrarte o mantener la atención? Los problemas para enfocarse o tomar decisiones simples son indicadores de que algo no marcha bien.

Pensamientos intrusivos como «no valgo nada» o «nunca podré con esto» son señales de alerta. Si estos pensamientos se vuelven constantes, es importante hablar con un profesional.

Comer en exceso o no tener apetito en absoluto puede estar relacionado con problemas emocionales. Presta atención a cualquier cambio radical en tus hábitos alimenticios y al hambre emocional.

Si sientes que nada tiene sentido o una sensación persistente de vacío, no lo ignores. La desesperanza es una de las señales más serias de problemas en la salud mental.

Si el apetito sexual ha desaparecido o disminuido radicalmente, puede ser un signo de problemas con la salud mental, consulta con un terapeuta.