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El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del IctusGTRES

Día Mundial del Ictus

¿Estoy sufriendo un ictus? Los siete síntomas que alertan de un accidente cerebrovascular

El ictus tiene un gran impacto en nuestra sociedad. En España es la principal causa de discapacidad en adultos y la segunda de mortalidad, de ahí la necesidad de un enfoque integral en su prevención, tratamiento y seguimiento.

También conocido como accidente cerebrovascular, el ictus es una afección neurológica que ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre a una parte del cerebro, provocando la muerte de las células cerebrales en esa área. Esta interrupción puede deberse a dos causas principales:

Ictus isquémico

El ictus isquémico se produce por una obstrucción en una arteria, por lo general se debe a un coágulo que ha bloqueado un vaso sanguíneo. Los ictus isquémicos representan entre el 80 y el 85 % de todos los ictus. A su vez, dentro de la isquemia cerebral se puede distinguir entre la isquemia cerebral focal, que afecta a una sola zona del encéfalo, y la isquemia cerebral global, que afecta al encéfalo de forma difusa. Según la duración del proceso isquémico, clásicamente se consideran dos tipos de isquemia cerebral focal: el ataque isquémico transitorio (AIT) y el infarto cerebral que produce un déficit neurológico que persiste más de 24 horas, indicando la presencia de necrosis tisular.

ictus hemorrágico

El ictus hemorrágico o derrame cerebral implica la rotura de un vaso sanguíneo y por lo tanto el sangrado dentro del cerebro, lo que comprime y daña el tejido cerebral adyacente. El accidente cerebrovascular hemorrágico se asocia más a menudo con hipertensión arterial, la cual lesiona las paredes arteriales hasta que se rompen.

Otra causa de accidente cerebrovascular es un aneurisma. Según explican desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), este hace referencia a un punto débil en una pared arterial, que se abomba debido a la presión de la sangre que circula dentro de la arteria afectada. Finalmente puede romperse y provocar un problema grave. Cuanto mayor es el aneurisma, más probable es que se rompa.

En este Día Mundial del Ictus, los neurólogos destacan que una intervención temprana por parte de los especialistas marcará la diferencia entre una recuperación exitosa y una discapacidad severa.

Síntomas de alarma

Los síntomas de alarma más comunes incluyen:

  • Convulsiones o dificultad respiratoria
  • Pérdida del conocimiento
  • Dificultades al deglutir o comer
  • Cambio o pérdida de la visión repentinos en uno o ambos ojos
  • Inicio rápido de cambios en el habla
  • Pérdida repentina de fuerza en el brazo o en la pierna de un lado del cuerpo
  • Dolor de cabeza intenso sin causa aparente.

Ante cualquier síntoma se debe acudir a Urgencias o llamar al número de emergencias 112, dado que los minutos pueden representar una diferencia significativa en la discapacidad y las tasas de mortalidad.

El Dr. David Pérez Martínez, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Luz de Madrid explica que la detección precoz y la intervención rápida son aspectos clave en la lucha contra el ictus: «El ictus es una emergencia médica que requiere atención inmediata para minimizar el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación; por ello, la identificación temprana de los signos y síntomas, junto con un tratamiento rápido, son fundamentales para reducir las secuelas y mejorar el pronóstico del paciente». El neurólogo añade que «el ictus no solo afecta a las personas mayores. Puede presentarse en adultos jóvenes e incluso en niños, por lo que es vital que todos estemos informados sobre los factores de riesgo y síntomas de alarma».

Según estudios recientes, hasta el 60% de las personas que han pasado por un ictus agudo pueden desarrollar secuelas cognitivas que incluyen problemas de memoria, atención o lenguaje, lo que impacta significativamente en la calidad de vida de los pacientes.

El especialista destaca la importancia de la atención continua y la rehabilitación de los pacientes que han superado la fase aguda del ictus. «Una vez superada la fase crítica, el trabajo del neurólogo se vuelve fundamental en la identificación y manejo de las secuelas cognitivas y motoras que a menudo surgen tras un ictus», indica el doctor.

Estilo de vida saludables

El servicio de Neurología del centro hospitalario también enfatiza la necesidad de promover estilos de vida saludables como medida preventiva para reducir el riesgo de ictus. «Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, y controlar factores como la hipertensión, el colesterol y la diabetes, son acciones que pueden contribuir significativamente a la prevención de esta enfermedad», sostiene.

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