La neumonía es una infección que afecta a uno o ambos pulmonesPixabay

Día Mundial de la Neumonía

Cómo hacer que una neumonía se cure rápido y sin causar mayores problemas

La fisioterapia puede ser de ayuda acelerando el proceso de recuperación

La neumonía o pulmonía, como antiguamente se conocía, es una infección que afecta a uno o ambos pulmones. Provoca que los sacos de aire, o alvéolos, de los pulmones se llenen de líquido o pus y puede ser causada por bacterias, virus y hongos. La gripe, la covid y la enfermedad neumocócica son las causas más comunes de neumonía. Los síntomas pueden comenzar repentinamente o gradualmente a lo largo de unos días. Entre ellos se incluyen:

  • Tos: puede expectorar moco (flema) amarillo o verde
  • Dificultad para respirar
  • Fiebre
  • Dolor en el pecho
  • Cansancio
  • Pérdida de apetito
  • Ruidos sibilantes al respirar: los bebés también pueden hacer ruidos de gruñidos
  • Confusión: común en las personas mayores

Tratamiento

El tratamiento dependerá de la causa y la gravedad de la neumonía. Los médicos tratan la neumonía bacteriana con antibióticos mientras que la vírica, que cursa con síntomas similares a los de la gripe, es más probable que se resuelva por sí sola. En cualquier caso, para ayudar con la recuperación y reducir el riesgo de contagiar a otras personas, los médicos recomiendan descanso, beber mucho líquido y controlar la fiebre o el dolor con medicamentos como paracetamol o ibuprofeno. Los profesionales sanitarios desaconsejan tomar fármacos para la tos ya que esta ayuda al cuerpo a deshacerse de la infección.

Para evitar contagios, se debe cubrir la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar y llevar una correcta higiene de manos.

Educación respiratoria

Para evitar algunas de las molestias derivadas de estas enfermedades, que pueden ser graves, la fisioterapia puede ser de ayuda, acelerando el proceso de recuperación. El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) recomiendan realizar ejercicios respiratorios diafragmáticos y de la parrilla costal. De este modo se facilita la expectoración, el control de la tos y se activa y relaja la musculatura inspiradora y espiradora.

Aurora Araújo, decana del CPFCM, explica: «Tratamos al paciente con técnicas destinadas a facilitar la educación respiratoria, la higiene bronquial y el automanejo de la enfermedad, y elaboramos programas de ejercicio terapéutico y de reentrenamiento al esfuerzo, para su readaptación a la actividad cotidiana tras los procesos más severos».

6 (series)-30 (segundos)-4 (veces)

También resulta de gran ayuda realizar movimientos de flexión, extensión y abducción con los brazos, así como con el cuello, alternando rotaciones de derecha a izquierda y hacia arriba y hacia abajo. Estos ejercicios, realizados en series de seis, en secuencias de 30 segundos, durante cuatro veces al día, permiten evitar otros posibles problemas derivados de estas enfermedades respiratorias.

Los fisioterapeutas aconsejan a las personas afectadas que eviten largos periodos en la cama o tumbadas en el sofá y que caminen por la casa para que no se incremente el dolor en las articulaciones. Dar pequeños paseos por la casa y cambiar de postura con frecuencia ayudarán a aliviar el dolor de espalda, especialmente en la zona lumbar.