La tradición milenaria del té

La tradición milenaria del té

La diferencia entre el té negro, el rojo y el verde, según Boticariagarcía

Todos vienen del mismo árbol, pero las diferencias se extraen de su proceso de oxidación

Aunque tomarse el té a las 17 h es cosa de los ingleses, lo cierto es que en España son muchos los que no pueden pasar sin ingerir, al menos, una taza de esta infusión al día. Jeffrey Blumberg, profesor emérito de nutrición de Tufts University, en un estudio realizado junto a Diane L. McKay, concluyó que el té es una fuente dietética importante de flavonoles y flavanoles.

En un artículo publicado sobre la investigación, los científicos afirmaron: «Los estudios in vitro y en animales proporcionan pruebas sólidas de que los polifenoles del té pueden poseer la bioactividad necesaria para afectar la patogénesis de varias enfermedades crónicas, especialmente las enfermedades cardiovasculares y el cáncer». En conclusión, la infusión de hojas secas molidas o brotes del arbusto Camellia sinensis da como resultado «una bebida saludable», afirmaba Jeffrey Blumberg. El té es la infusión preparada con las hojas secas molidas o brotes del arbusto Camellia sinensis en agua caliente. Pero, ¿qué diferencia hay entre el té verde, negro o rojo?

Té verde, negro o rojo

La doctora Marian García, conocida como 'Boticariagarcía' explica en Instagram las diferencias entre ellos. Lo que ocurre con las hojas de té cuando se recolectan es algo parecido a lo que pasa con una manzana cuando se le da un bocado y la dejas al aire. «La manzana se oxida y se pone oscura. En las hojas de té pasa algo parecido y esto puede afectar a sus protagonistas: en primer lugar a los antioxidantes, como la catequina que ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. En segundo lugar a la teína, –la cafeína– que nos mantiene alertas. La clave está en lo que hacemos al recolectar las hojas, afirma la farmacéutica. El resultado no será el mismo si se frena o se potencia la oxidación de las hojas de té jugando con la humedad y la temperatura.

Té verde, rojo y negro

«Si evitamos la oxidación, tenemos el té verde que no se ha alterado y que va a tener mayor concentración de catequinas», afirma Boticariagarcía. «Si la oxidación es breve o incompleta tenemos el té rojo. Y si la oxidación es completa, el resultado será un el té negro, con menor concentración de catequinas aunque puede tener otros antioxidantes».

Respecto a la oxidación, esta «también afecta al aspecto y al sabor porque el té verde sin oxidar va a tener un color verde dorado y un sabor más afrutado, más vegetal. Mientras que el té negro va a tener un color más pardo-negro y un aroma más fuerte».

Qué pasa con respecto a la cafeína. La EPSA, Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, marca 15 mg por cada 100 ml en el té verde. Mientras que en el té negro sería algo mayor, aunque tampoco demasiado, 22 mg por cada 100 ml. Es decir, no hay grandes diferencias.

¿Cuál es mejor? 'Boticariagarcía' afirma que todos tienen sus ventajas y sus compuestos positivos. «Si no hay contraindicaciones, asegura, consumirte té siempre va a ser una buena opción, sin embargo, si queremos un té con mayor de catequinas antioxidantes, sería más adecuado el té verde, mientras que si queremos un té más potente y con algo más de cantidad de cafeína, el té negro sería mejor opción», concluye.

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