Dejar de fumar a los 65 años puede alargar la vida al menos 8 años

Dejar de fumar incluso a los 75 años puede aumentar significativamente la esperanza de vida de una persona, según un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine por Elsevier. La investigación medía el impacto del tabaquismo en la esperanza de vida en intervalos de 10 años entre los 35 y los 75 años de edad para determinar los posibles beneficios de dejar de fumar. Los resultados muestran que, aunque los beneficios de dejar de fumar disminuyen con la edad, todavía hay ganancias sustanciales para las personas mayores.

Thuy TT Le, quien dirigió el estudio con los co-investigadores David Mendez, y Kenneth E. Warner, todos afiliados al Departamento de Gestión y Política de Salud en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, explica: «Hemos visto una notable disminución en el tabaquismo entre los adultos jóvenes durante la última década. Sin embargo, las tasas entre los adultos mayores que fuman se han mantenido estancadas y, hasta donde sabemos, ninguna investigación había establecido los beneficios para ellos de dejar de fumar. Queríamos demostrar que dejar de fumar es beneficioso a cualquier edad y brindar un incentivo para que las personas mayores que fuman dejen de fumar».

El humo del cigarrillo contiene miles de sustancias químicas tóxicas que dañan casi todos los órganos del cuerpo y están relacionadas con numerosos tipos de cáncer, accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y pulmonares. En los Estados Unidos, fumar cigarrillos ha sido durante mucho tiempo la principal causa de muerte prematura evitable, con un estimado de 480.000 muertes anuales relacionadas con el tabaquismo. Estudios anteriores han demostrado de manera consistente que dejar de fumar a cualquier edad produce beneficios para la salud.

Años de vida perdidos

Este es el primer estudio que cuantifica el impacto de dejar de fumar en personas mayores de 65 años. Los investigadores utilizaron los riesgos relativos de mortalidad por todas las causas debido al tabaquismo para construir tablas de mortalidad que muestran los beneficios de dejar de fumar a diferentes edades. Informan de los años de vida esperados perdidos por las personas que fuman a diferentes edades en comparación con las que nunca fumaron.

Dejar de fumar, incluso a los 75 años, puede aumentar significativamente la esperanza de vida

En comparación con las personas que nunca fumaron, los que fuman actualmente, de 35, 45, 55, 65 o 75 años y que han fumado durante toda la edad adulta hasta esa edad, perderán en promedio 9,1, 8,3, 7,3, 5,9 y 4,4 años de vida, respectivamente, si continúan fumando durante el resto de sus vidas. Sin embargo, si dejan de fumar en cada una de estas edades, evitarán una pérdida promedio de 8,0, 5,6, 3,4, 1,7 y 0,7 años, respectivamente. Las posibilidades de ganar al menos un año de vida entre quienes dejan de fumar a los 65 años son del 23,4 % y del 14,2 % a los 75 años.

Este estudio se suma al conjunto de conocimientos que respaldan la importantísima afirmación de que dejar de fumar es lo mejor que se puede hacer para aumentar la esperanza de vida. Los resultados muestran que casi el 10 % de las personas que dejan de fumar a los 65 años ganan al menos 8 años de vida en comparación con las que no lo hacen. Además, el 8 % de las personas que dejan de fumar a los 75 años ganan al menos 4 años de vida en comparación con las que siguen fumando. La esperanza de vida de una persona fumadora de 75 años es de 9 años. Si esa persona deja de fumar, recuperará (en promedio) 0,7 años (7,8 % de la esperanza de vida), y aproximadamente el 8 % de las personas que dejan de fumar recuperarán al menos 4 años de vida (45 % de la esperanza de vida).

El Dr. Warner concluye: «El beneficio de dejar de fumar no se limita a los adultos jóvenes y de mediana edad que fuman; este estudio demuestra que también se puede aplicar a las personas mayores. Si bien los beneficios de dejar de fumar a una edad más avanzada pueden parecer bajos en valores absolutos, representan una gran proporción de la esperanza de vida restante de una persona».