Las fiestas navideñas pueden ser momentos de tensión familiarGTRES

Los consejos de los psicólogos para evitar los conflictos con el cuñado en Navidad

Poner límites es una de las mejores defensa ante comentarios que sabemos nos pueden dañar

La Navidad es tiempo de buenos propósitos donde además se comparte más tiempo con familiares y amigos. Sin embargo, lo que, en un principio puede ser felicidad y alegría puede tornarse en momentos de tensión por un comentario fuera de lugar o la típica broma de cuñado. Es en esos momentos cuando puede encenderse la llama de la discusión, algo que toda familia quiere evitar. ¿Cuál es la mejor actitud para que me resbale lo que dice el cuñado de turno?

Olga Fernández-Velilla Lapuerta, psicóloga del Instituto Cláritas explica: «Las Navidades se nos venden como un momento mágico, lleno de felicidad y amor. Y, aunque para mucha gente es así, para muchos otros es una época complicada por diferentes causas ausencias, conflictos, sentimiento de soledad, etc».

La psicóloga añade: «Uno de los motivos por los que existe gente a los que no les gusten las Navidades es por la convivencia con familiares donde no hay una buena relación o hay conflictos no resueltos que generan que esas reuniones se carguen de tensión. También es muy frecuente escuchar a gente en consulta quejarse sobre comentarios o preguntas poco prudentes de algún familiar. Seguro que todos habéis escuchado algunos de ellos: «Parece que has subido de peso», «No has comido nada te estás quedando en los huesos», «A ver cuando nos traes a algún novio/a a casa», «¿Para cuando los bebés que ya quiero ser abuela?», etc.

Para la psicóloga no existe una fórmula mágica para que no nos importe lo que dicen los demás. «Los comentarios de familiares, propios o políticos nos afectarán en mayor o menor medida dependiendo de nuestra personalidad, el grado de cercanía con la persona o el poder que ejerza sobre nosotros», asegura la psicóloga.

Cómo evitar conflictos

Olga Fernández-Velilla Lapuerta afirma que lo que nos pueda ayudar a tomar algo de distancia de esos comentarios o tensiones tan frecuentes en las cenas de estos días bien sean de tu suegra, cuñado, abuela o padre serán:

  1. Tomar conciencia de las virtudes/fortalezas y de los defectos/debilidades propias y de las personas con las que vayamos a compartir las Navidades. El entender mejor porque para mi hay temas especialmente delicados o desde donde los demás nos hacen ese tipo de comentarios nos puede ayudar.
  2. Poner límites será nuestra mejor defensa ante las cosas que sabemos que nos pueden dañar o aquellas dinámicas que ya conocemos y que nos generan sufrimiento. Comunicar a aquellas personas que tenemos cerca nuestras emociones y necesidades para tratar de que lo respeten.
  3. Trasladar esos límites de forma asertiva para que nuestros familiares los reciban de la mejor manera posible y les sea más fácil entenderlos y respetarlos.
  4. Buscar espacios de desahogo y disfrute, bien sea en familia, con amigos o de forma individual, para poder cargar pilas y poder enfrentar de mejor gana las situaciones que nos puedan generar tensión.