
La enfermedad del hígado graso no alcohólica es una afección en la cual se acumula exceso de grasa en el hígado.
Descubren cómo la edad biológica de los órganos predice enfermedades con años de antelación
En los próximos años, análisis de sangre como este podrían desempeñar un papel crucial en la prevención de numerosas enfermedades
En los últimos años, la investigación, unida a los avances tecnológicos y la inteligencia artificial ha hecho posible prever, con décadas de antelación, el riesgo de padecer múltiples enfermedades.
Los científicos explican que, en las próximas décadas, con tan solo un análisis de sangre se podrá determinar el grado de envejecimiento de cada uno de los órganos del cuerpo. Según sugiere un estudio llevado a cabo por investigadores del University College de Londres (UCL), en la actualidad, se pueden medir miles de proteínas simultáneamente a partir de una sola muestra de sangre, esto podría ayudar a prever el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer de pulmón o patologías cardíacas, incluso décadas antes de su aparición.
Los hallazgos, publicados en The Lancet Digital Health , muestran cómo el envejecimiento acelerado en órganos específicos puede predecir no sólo enfermedades que afectan a ese órgano, sino también enfermedades en el resto del cuerpo. El autor principal, el profesor Mika Kivimaki, explica: «Nuestros órganos funcionan como un sistema integrado, pero pueden envejecer a diferentes ritmos. El envejecimiento de determinados órganos puede contribuir a numerosas enfermedades relacionadas con el envejecimiento, por lo que es importante que cuidemos todos los aspectos de nuestra salud».
Hemos descubierto que un análisis de sangre rápido y sencillo puede identificar si un órgano específico está envejeciendo más rápido de lo esperadoProfesor del University College de Londres
«Creo que en el futuro de la atención sanitaria, la prevención de enfermedades relacionadas con la edad podría comenzar mucho antes, priorizando a quienes se beneficiarían más y adaptando las intervenciones a los perfiles de riesgo individuales».El equipo de investigación, dirigido por científicos de Ciencias del Cerebro de la UCL, el Instituto de Envejecimiento Saludable de la UCL, la Universidad de Stanford, Inserm y la Universidad de Helsinki, analizó datos de los participantes del estudio británico Whitehall II, un estudio de cohorte longitudinal que se lleva a cabo desde 1985 y que ahora está dirigido por el profesor Kivimaki como director.
Los investigadores analizaron muestras de sangre recogidas a finales de los años 90 de más de 6.200 adultos de mediana edad para determinar la edad biológica de nueve órganos, componentes (corazón, vasos sanguíneos, hígado, sistema inmunitario, páncreas, riñones, pulmones, intestinos y cerebro) y de todo el cuerpo. Midieron la diferencia entre la edad cronológica, –la que figura en su DNI– y la edad biológica estimada de cada uno de sus órganos, determinada por marcadores de envejecimiento específicos de ese órgano, y descubrieron que los órganos a menudo envejecían a ritmos diferentes en la misma persona.
Seguimiento de 20 años
Se hizo un seguimiento del estado de salud de los participantes durante 20 años a través de registros sanitarios nacionales. Al final del período de seguimiento, tenían entre 65 y 89 años y a muchos se les había diagnosticado al menos una de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento investigadas en este estudio.
Los datos de seguimiento revelaron que el envejecimiento acelerado de los órganos predecía el riesgo de 30 enfermedades diferentes en los siguientes 20 años en personas inicialmente sanas. Por ejemplo, un corazón que envejecía más rápidamente predecía un riesgo significativamente mayor de enfermedades cardiovasculares, mientras que las personas con envejecimiento acelerado de los pulmones estaban predispuestas a infecciones respiratorias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer de pulmón.
Sistema inmunológico y demencia
Sorprendentemente, el mayor riesgo de demencia se encontró en aquellos cuyo sistema inmunológico envejeció más rápido de lo habitual, no en aquellos cuyo cerebro envejeció más rápidamente en la mediana edad. Los científicos dicen que este resultado respalda hallazgos previos de que las personas propensas a infecciones graves también tienen un mayor riesgo de demencia más adelante en la vida. El hallazgo también sugiere que los procesos inflamatorios pueden desempeñar un papel clave en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Qué predice un riñón envejecido
Los investigadores descubrieron que la salud renal estaba particularmente vinculada a otros órganos, ya que las personas con envejecimiento renal acelerado tenían más probabilidades de desarrollar posteriormente enfermedades vasculares, diabetes tipo 2 y enfermedades hepáticas, mientras que el envejecimiento biológico de casi todos los órganos predecía un mayor riesgo de enfermedad renal.
Los investigadores dicen que como nuestros órganos funcionan en estrecha coordinación, el envejecimiento acelerado en un órgano puede perjudicar la función de otros, lo que puede explicar por qué las personas con un órgano que envejece rápidamente son particularmente propensas a experimentar múltiples enfermedades relacionadas con la edad en diferentes órganos.
Análisis basados en proteínas
En la última década, los avances tecnológicos han avanzado rápidamente y, en la actualidad, se pueden medir miles de proteínas simultáneamente a partir de una sola muestra de sangre. Las concentraciones de proteínas en sangre fluctúan en respuesta a factores ambientales, estilo de vida, enfermedades y medicamentos. Como resultado, los nuevos análisis proteómicos (basados en proteínas) ofrecen una valiosa ventana para monitorear el ritmo del envejecimiento.
Los investigadores afirman que sus hallazgos respaldan un cambio futuro en la atención sanitaria hacia una prevención de enfermedades más personalizada y eficaz. Con las firmas proteómicas del envejecimiento de los órganos, el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad se puede identificar antes, las medidas preventivas se pueden orientar de forma más eficaz y las intervenciones se pueden adaptar al perfil de riesgo de cada persona.
El profesor Kivimaki añadió en un comunicado: «Esperamos que nuestros hallazgos puedan contribuir a nuevas formas de ayudar a las personas a mantenerse sanas durante más tiempo a medida que envejecen. Los análisis de sangre pueden indicar si una persona necesita cuidar mejor un órgano en particular y potencialmente proporcionar una señal de alerta temprana de que puede estar en riesgo de padecer una enfermedad en particular».