Almendras
Alimentación
Por qué los nutricionistas recomiendan comer almendras con piel
El consumo diario de este fruto seco conduce a un cambio en el metabolismo
Los frutos secos, como las almendras, tienen un alto contenido de proteínas, fibra, vitaminas y minerales, pero también tienen un alto contenido de grasa que las personas pueden asociar con un aumento de peso corporal.
Sin embargo, los expertos aseguran que los frutos secos contienen grasas insaturadas o grasas saludables que pueden mejorar los niveles de colesterol en sangre, aliviar la inflamación y contribuir a un corazón sano.
Además, para aquellos que hacen ejercicio con regularidad, comer almendras a diario supone una gran elección, ya que este fruto seco conduce a un cambio en el metabolismo, regula a la baja la inflamación y el estrés oxidativo del ejercicio y permite que el cuerpo se recupere más rápido.
Un estudio, publicado en Frontiers in Nutrition, que involucró a 38 hombres y 26 mujeres entre los 30 y 65 años, informó que aquellos que consumieron 57 g de almendras diariamente durante un mes reportaron sentir menos fatiga y tensión, más fuerza en las piernas y menos daño muscular después del ejercicio intenso que aquellos que tomaron barras de cereal.
El autor principal del estudio, el Dr. David C Nieman, profesor en el Campus de Investigación de Carolina del Norte concluyó que el consumo diario de almendras conduce a un cambio en el metabolismo, regula a la baja la inflamación y el estrés oxidativo del ejercicio y permite que el cuerpo se recupere más rápido.
El poder de la piel
El Dr. David C Nieman explica: «Llegamos a la conclusión de que las almendras proporcionan una mezcla única y compleja de nutrientes y polifenoles que puede ayudar a la recuperación metabólica de los niveles estresantes de ejercicio».
El experto asegura que este fruto seco tienen altas cantidades de proteínas, tipos de grasas saludables, vitamina E, minerales y fibra. Sin embargo, «es en la piel marrón de las almendras donde están los polifenoles que terminan en el intestino grueso y ayudan a controlar la inflamación y el estrés oxidativo», concluye Nieman.