El estrés

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Lo que haces antes de dormir puede sabotear tu sueño y tu peso

La hora de la cena es uno de los principales motivos que nos hacen engordar a partir de los 40 años

Con el paso de los años, nuestro cuerpo experimenta numerosos cambios. Aunque envejecer no tiene por qué ser negativo, lo cierto es que el organismo ya no responde igual, especialmente en lo que respecta a la alimentación. Controlar el peso se vuelve más complicado, y es común notar un aumento en la zona de la cintura y el abdomen.

Factores como el estrés, la falta de actividad física, la pérdida de masa muscular y los cambios hormonales influyen significativamente en el peso corporal a medida que envejecemos. De acuerdo con un estudio del National Institute of Health, con la edad se pierde masa muscular mientras aumenta la proporción de grasa corporal. Si además consumimos más calorías de las que quemamos, el resultado es evidente: ganamos peso.

La hora de la cena

Uno de los hábitos que más influye en el aumento de peso es cenar tarde. Se recomienda evitar ir a la cama con el estómago lleno. Por ello, es fundamental que el sistema digestivo realice todos los procesos para promover así una mayor absorción de los nutrientes. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona indica que cenar al menos dos horas antes de ir a dormir puede reducir hasta en un 20 % el riesgo de padecer cáncer de próstata o de mama. Además, este hábito mejora el metabolismo, ayuda a evitar el aumento de peso y favorece un sueño de mayor calidad.

Lo que se come también juega un papel crucial ya que durante la noche, cuando la actividad física disminuye y el cuerpo no necesita tanta energía, consumir alimentos ricos en carbohidratos o con alto contenido calórico puede favorecer la acumulación de grasa.

La nutricionista Deva Camino Monteserín señala que es importante tener en cuenta el nivel de actividad diaria a la hora de decidir qué cenar. Si no se ha hecho ejercicio, el cuerpo no necesita reponer glucógeno, una forma de carbohidrato que sirve como reserva de energía rápida. En esos casos, los carbohidratos consumidos en exceso no se convierten en glucógeno, sino en grasa.

Que no comer por la noche

Hay alimentos que no conviene comer por la noche como, por ejemplo, el plátano que tiene las mismas calorías a las 10 de la mañana que a las 10 de la noche, pero si no se ha realizado actividad física durante el día no se necesita reponer las reservas de glucógeno.

Otras alimentos ricos en carbohidratos tampoco deberían estar presente en la cena, de lo contrario se tenderá a engordar. Así pues pastas, arroz, patatas o legumbres deberían comerse al mediodía, nunca por la noche. También hay que descartar los alimentos ricos en grasas como las salsas procesadas, quesos semicurados o curados, pizzas o embutidos.

Seis pautas para dormir bien

Todos los expertos coinciden en la importancia de seguir una serie de pautas para ayudar al organismo a desconectar durante las horas de sueño. El ejercicio físico, una cena ligera o no hacer uso de pantallas a partir de una hora son algunos de los más importantes.

  • Favorecer el ejercicio físico durante la tarde con actividades como salir a caminar, hacer la compra o practicar pilates son buenas opciones para mantenerse activo. Es preferible realizarlas antes de las 20:00 h.
  • Cena ligera entre las 20:00 y las 20:30 h y esperar unas 2 horas antes de ir a dormir.
  • No dormirse nunca en el sofá u otro lugar que no sea la cama.
  • Ir a la cama solo para dormir
  • No mirar dispositivos electrónicos mínimo una hora antes de acostarse
  • Incluir actividades relajantes en la rutina nocturna como darse una ducha o un baño, escuchar música relajante, incorporar aromas o fragancias o tomar una infusión son algunas de las cosas que se deberían llevar a cabo 30 minutos antes de irse a la cama.

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