
El dolor brusco de cabeza puede alertar de un ictus
Este es el grupo sanguíneo con mayor riesgo de sufrir un ictus
El Papa Francisco fallecía el Lunes de Pascua, a los 88 años de edad, por un ictus cerebral
El Domingo de Resurrección el mundo observaba como el Papa Francisco imponía la bendición Urbi el Orbi desde el balcón principal de la basílica de San Pedro. Horas después, el lunes 07:35 horas, el Vaticano anunciaba el fallecimiento del Santo Padre a los 88 años. Un ictus cerebral derivó en coma y posterior colapso cardiovascular, según confirma el parte de defunción del director del Departamento de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli.
A medida que se envejece aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o ictus. Los médicos explican que este ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe o reduce, lo que priva al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales.
Existen dos tipos principales de ictus:
- Ictus isquémico, que representa entre el 80 % y el 85 % de los casos. Se produce cuando un coágulo o algún residuo bloquea el paso de la sangre al cerebro.
- Ictus hemorrágico o derrame cerebral, que ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, provocando una fuga de sangre. Este tipo es menos frecuente y representa entre el 15 % y el 20 % de los casos.
Tipo de sangre
Un estudio, dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UMSOM), identificaba un factor de riesgo a tener en cuenta: el tipo de sangre. Según la investigación, publicada en la revista Neurology, las personas menores de 60 años con tipo de sangre A tienen más probabilidades de sufrir un ictus temprano. En cambio, quienes tienen sangre del grupo O —el tipo más común— presentan un riesgo menor.
Tras ajustar los datos según el sexo y otros factores, los investigadores concluyeron que las personas con tipo de sangre A tienen un 16 % más de riesgo de sufrir un ictus temprano, mientras que quienes poseen sangre tipo O tienen un 12 % menos de probabilidades en comparación con otros grupos sanguíneos.
El profesor Steven J. Kittner, neurólogo del Centro Médico de la Universidad de Maryland y uno de los autores del estudio, explicó: «Aún no comprendemos con certeza por qué el tipo A podría estar relacionado con un mayor riesgo, pero probablemente tenga que ver con los factores de coagulación, como las plaquetas, las células que recubren los vasos sanguíneos y otras proteínas en la sangre que influyen en la formación de coágulos».
También señaló que estudios previos ya habían sugerido una relación entre el tipo de sangre A y un mayor riesgo de trombosis venosa profunda pero «se necesitan más investigaciones para entender mejor los mecanismos detrás de este aumento del riesgo de ACV», concluyó Kittner.