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Vacunación en Chennai, India, a comienzos de octubreEFE

El Papa Francisco sobre las vacunas: que se distribuyan con «dignidad y no como limosnas bondadosas»

El Papa Francisco reclama un reparto equitativo y solidario de las vacunas con los «países que menos tienen» para poder luchar eficazmente contra la pandemia en todos los lugares del mundo

«Es urgente ayudar a los países que menos tienen, pero hay que hacerlo con planes pensados a largo plazo, no solo motivados por las prisas de los países ricos por ser naciones más seguras. Los remedios deben distribuirse con dignidad, no como limosnas bondadosas». 

Estas han sido las palabras del Papa Francisco ante los cincuenta miembros de la Biomedical University Foundation, del campus Bio-Medico de Roma.  Desde la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, el Sumo Pontífice ha defendido durante su mensaje la urgencia de llevar a cabo la vacunación universal no solamente contra el coronavirus sino también para prevenir y paliar los estragos de otras enfermedades infecciosas, como la Malaria, que todavía hoy, sigue siendo la principal causa de mortalidad infantil en África. 

Gráfico que muestra el porcentaje de inoculaciones de viales contra el covid-19. Los países más pobres, los últimos en poder inmunizar a su población.Our World in Data

Que no prevalezca la ley de los mercados

Con más de 4,55 millones de personas fallecidas como consecuencia del Covid-19, el proceso de vacunación ha estado en el ojo del huracán desde un inicio. No solamente por su distribución y gestión de la inoculación a la población, sino por el trato que se iba a dispensar a los países del denominado Tercer Mundo. 

Sin ir más lejos, el pasado 8 de abril, Francisco se dirigió al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional para abordar este punto: «Necesitamos especialmente una solidaridad en materia de vacunas justamente financiada, ya que no podemos permitir que la ley del mercado prevalezca sobre la ley del amor y la salud de todos. En este sentido, reitero mi llamamiento a los gobernantes, a las empresas y a las organizaciones internacionales para que colaboren en el suministro de vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados».

No podemos permitir que la ley del mercado prevalezca sobre la ley del amor y la salud de todosPapa Francisco a los dirigentes del Banco Mundial y del FMI

El mapa de inmunización, llevado a cabo por la plataforma Our World in Data, que recopila los datos oficiales reportados por los países que han querido facilitar información de contagios, fallecidos y vacunados, pone de relieve cómo la distancia social se extiende también al ámbito sanitario. Los países con estructuras socio-políticas endebles están a la cola a la hora de poder proteger a la ciudadanía.

Este hecho fue advertido a mediados de este año por la Comisión Vaticana COVID-19  que en su documento,  20 puntos para un acceso universal y justo a las vacunas, para un mundo más sano y justo marca algunos criterios fundamentales que han de seguir las Iglesias locales en materia de apoyo y soporte para la vacunación así como un juicio directo a aquellos que busquen de forma exclusiva la «explotación comercial», pues, tal y como confirman desde el Dicasterio para la Promoción y Desarrollo Humano Integral, a la que pertenece esta comisión, «no es éticamente aceptable estas prácticas en el campo de la medicina y la atención de la salud. Las inversiones en el campo médico deben encontrar su significado más profundo en la solidaridad humana».

Sanitarios en India llevando a las comunidades rurales los vialesEFE

Una aplicación integral del bien mayor

En el encuentro con la fundación de la Universidad Campus Bio-Medico de Roma, Francisco ha señalado que para hacer «realmente el bien» la ciencia debe promover una aplicación integral que se comprometa con las terapias curativas, pero también con la docencia y la investigación. A su vez, ha llamado a poner en práctica una visión «sinérgica» que no anteponga las «ideas, técnicas o los proyectos» sino a cada persona en concreto, «su historia» y «su experiencia, estableciendo relaciones de amistad que sanen el corazón». El Papa ha alertado de que lo contrario supone ofrecer a todo el mundo «tiritas que pueden tapar la herida, pero no curarla en profundidad».

Francisco ha arremetido contra «la cultura del descarte» y ha señalado en este sentido «que no hay vidas indignas o vidas que se puedan descartar porque no cumplen con el criterio lucro o las necesidades de lucro». «Estamos viviendo una verdadera cultura del desperdicio; esto es un poco el aire que respiramos y debemos reaccionar contra esta cultura del descarte», ha avisado.

De este modo, ha criticado que la investigación científica o la sanidad sigan preceptos que tiene que ver solamente con los «caminos rentables de las ganancias».

El Papa Francisco en la audiencia de ayer con los miembros de la Biomedical University FoundationVatican News