¿Cómo funcionan las armas de fogueo?

La tragedia durante el rodaje de la última película de Alec Baldwin es algo que no sucede habitualmente en el cine. La muerte de la directora de fotografía por el disparo de una pistola de atrezo ha conmocionado al mundo del cine y la gran pregunta es cómo pueden suceder estas situaciones si, se supone, que las armas de fogueo no están cargadas de munición real.

En El Debate nos hemos puesto en contacto con una armería que vende armas de fogueo para particulares y para rodajes de series y películas y la respuesta es clara: con un arma de fogueo no se puede matar a nadie.

Un vistazo por la web de la armería Egara nos permite ver la gran cantidad y modelos de armas de fogueo que venden. En su mayoría son para educar a los perros de caza. El ruido de la detonación es menor que el de un arma de fuego normal y eso permite entrenarles para que no se asusten cuando los cazadores detonen sus escopetas durante la caza.

«Las pistolas de fogueo están bloqueadas por dentro, son de una aleación diferente y si a alguien se le ocurre poner una bala, la pistola revienta», asegura el responsable de la armería.

«En el cine se utilizan armas de fogueo porque no tiran proyectiles», aclara. «Las armas están modificadas y el material con el que se original el ruido es inerte».

Si observamos un arma de fogueo podemos pensar que es idéntica a una real, pero hay algunas modificaciones importantes en su interior, «no tiene recámara para el proyectil que en las armas reales suele ser de 9mm y el las de fogueo es de 9mm PAK que es otro tamaño para impedir que se cargue con balas reales», explican.

El responsable de la armería Egara solo ve una posibilidad para que un arma de fogueo pueda matar a una persona «que haya una modificación». Es la única opción para que las balas reales puedan ser disparadas y el fogueo se convierta en fuego real.

Estados Unidos es un país donde las leyes permiten el acceso a las armas sin apenas restricciones. En España todo lo que rodea a las armas de fogueo está «muy controlado» por la Guardia Civil porque «hay gente que las modifica» para convertirlas reales.

Incluso en los rodajes de películas, tanto la productora como la armería deben rellenar los permisos oportunos y presentarlos ante la comandancia de la Guardia Civil de turno para registrar el uso de esas armas de fogueo.