La colosal fruta que podrá alimentar a la humanidad si hay una crisis climática

‘El árbol de la vida’ es el mito por excelencia cultivado en los relatos transmitidos de generación en generación desde el Edén. En este caso, también se le aplica el término al ‘jackfruit’ o panapén, un árbol frondoso, alto y de muchas hojas originario del Pacífico que requiere de pocos cuidados. Su fruta llega pesar hasta 35 kilos, medir 95 centímetros de largo y puede ser llamada con el mismo nombre o como jaca y yaca. Desde hace unos años se comercializa en España en pequeños restaurantes y servicios de delivery  vegetarianos.

La ecuación sostenible que resuelve el 'jackfruit'

«El 'jackfruit' se puede cultivar como parte de sistemas agroforestales sostenibles, lo que ayuda a reducir el impacto ambiental masivo de la agricultura», dice Lucy Yang, investigadora de la Universidad de Northwestern, para la revista NewScientist. Junto a su equipo, descubrieron los beneficios que el ‘jackfruit’ tiene para evitar la crisis del medioambiente y su impacto en la nutrición.

Pero ¿afecta ya en el presente esta crisis medioambiental? No hay que irse muy lejos para descubrir las consecuencias de prácticas nocivas que la obtención de alimentos tiene para el ecosistema. Se han retirado un total de 4,5 toneladas de peces en el Mar Menor debido al cultivo de regadío intensivo y la WWF estima en su informe de este año sobre la deforestación, que el principal causante de esto es la agricultura comercial.

Un árbol puede «alimentar a una familia de cuatro por 50 años»

A esta suma se le une el anuncio que Naciones Unidas hizo la semana pasada por el Día Mundial de la Alimentación: alrededor de 3.000 millones de personas en países del tercer mundo no tienen suficientes alimentos. El riesgo de hambruna de cara al futuro, unido a la necesidad de hacer frente a las consecuencias del cambio climático, ponen de manifiesto el deber de encontrar vías para sostener la alimentación.

Su textura, similar a la carne mechada

El ‘jackfruit’ aparece como una opción válida para hacer frente a este problema. Es un árbol que acostumbra a crecer en zonas tropicales y subtropicales. Su único requisito es que crezca en un terreno fértil, profundo y sin muchos cuidados de más. ‘Global Hunger Initiative’ ha sembrado más de 40.000 árboles en 30 países ya que, según indican en su página web, un árbol puede «alimentar a una familia de cuatro por 50 años» y da fruta todo el año –con brotes más fuertes de febrero a julio–. «Existe potencial para expandir el cultivo del ‘jackfruit’», añade Daniel Horton, también investigador de Northwestern para NewScientist, «Este árbol puede tener impactos realmente positivos en la resiliencia y seguridad alimentaria».

Estos últimos años, se ha convertido en una opción vegana por ser una fruta rica en nutrientes, alta en fibra y contener muchas vitaminas y minerales. Además, su textura, similar a la carne mechada, le convierte en el ingrediente perfecto para elaborar recetas como bocadillos, curris, ensaladas, guisos, tacos, salteados o postres sin gluten, entre otras muchas combinaciones. De otra forma, también se puede tomar sola como fruta y se conserva en buen estado hasta seis semanas en el frigorífico.

Por si fuera poco, sus usos se extienden más allá de los culinarios. El ‘jackfruit’ sirve como repelente de insectos, la savia del árbol como látex, se puede convertir en tela y en alimento para animales. Probablemente esta fruta no dé vida, pero de seguro la alarga, o al menos la hace más sostenible.