El 19 de septiembre el volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma despertó, 43 días después sigue emitiendo lava y arrasando edificaciones y hectáreas. Varias infraestructuras de la ciudad han quedado sepultadas, pero esta vez no por la lava, sino por la ceniza volcánica.
Las imágenes recuerdan al invierno pasado, cuando los ciudadanos de la península comenzaron a ver un manto blanco cubriendo todas las calles por la borrasca Filomena.