El 'arsenal' frente a la COVID-19 va más allá de las vacunas

Desde el inicio de la pandemia, en España se han autorizado 172 ensayos clínicos relacionados con el tratamiento de la COVID-19. Antivirales como el molnupavir, anticuerpos neutralizantes del virus, y algunos fármacos que actúan como antiinflamatorios están entre los tratamientos con mayor evidencia frente al virus.

El arsenal frente a la COVID-19 no se reduce solo a las vacunas que lo previenen y tras un intenso trabajo científico durante estos meses se están logrando algunos avances terapéuticos con fármacos que pueden ser útiles una vez se ha desarrollado la enfermedad. Así se ha puesto de manifiesto durante la Jornada Tratamiento farmacológico de la Covid-19: actualización de la evidencia disponible’, organizada por la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) y que ha tenido como finalidad revisar las evidencias sobre los distintos tratamientos farmacológicos para los pacientes con COVID-19.

La sesión se ha centrado específicamente en aquellos tratamientos farmacológicos con una finalidad curativa, por lo que en esta ocasión no se ha hablado de las vacunas, que tienen una finalidad preventiva. Antivirales, anticuerpos neutralizantes del virus y antiinflamatorios, entre otros, han sido los protagonistas. 

«En principio, siempre debemos aplicar el principio de cautela ante las novedades prometedoras, ya que las expectativas deben ser contrastadas y confirmadas con pruebas empíricas. Dicho esto, en el momento actual existe gran expectación por el papel que el agente antiviral molnupiravir (actualmente en evaluación) pueda jugar en el tratamiento de pacientes ambulatorios con COVID-19 para reducir el riesgo de hospitalización. También los datos preliminares del tratamiento con anticuerpos neutralizantes del virus que se administran por vía parenteral sugieren una disminución del riesgo de hospitalización», ha explicado el doctor Antoni Vallano, miembro de la Gerencia del Medicamento del Servicio Catalán de Salud.

Homogeneización del conocimiento

«Desde el inicio de la pandemia se produjo mucha información sobre el manejo de la infección del SARS-CoV-2, pero los datos eran muy preliminares y de calidad científica muy variable, lo que provocó una gran dificultad para su análisis crítico y potenciales repercusiones de traslación a la práctica clínica», ha señalado el doctor Vallano.

En este sentido ha recordado la constitución por parte del CatSalut de una Comisión Asesora para el Tratamiento Farmacológico de la Infección por SARS-CoV-2, ya en el mes de abril de 2020, participada por su área e integrada por profesionales sanitarios de diferentes especialidades.

A esta necesidad de un conocimiento multidisciplinario pero a su vez homogéneo sobre la COVID-19 también se ha referido la doctora María Jesús Fernández Cortizo, miembro de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), incidiendo «en un campo en el que la evidencia se modifica de forma muy rápida con la disponibilidad de resultados de nuevos ensayos clínicos, el hacer una exposición que abarque todas las modalidades de tratamiento y que trate de posicionarlas en un determinado momento del curso de la enfermedad es un logro».

Los tres pilares fundamentales del manejo de los pacientes con COVID-19: el tratamiento antiviral, el tratamiento antiinflamatorio y la prevención de la enfermedad tromboembólica. La doctora Fernández también ha recordado el papel de la AEMPS tanto en el procedimiento centralizado de autorización de medicamentos, como en la autorización de la investigación clínica a nivel nacional, donde «en España, desde el inicio de la pandemia se han autorizado alrededor de 172 ensayos clínicos relacionados con el tratamiento de la COVID-19», ha señalado.

Papel de la farmacología

La importancia de la Farmacología Clínica en los ensayos clínicos que evalúan los posibles beneficios y riesgos de estos tratamientos. «El médico farmacólogo clínico es una figura fundamental en la incorporación de nuevos medicamentos en el arsenal terapéutico, frente a la COVID-19 o cualquier otra patología», ha destacado la doctora Payares.

Por su parte, el doctor Miró ha destacado como «un gran avance» la evidencia de que la administración de antiinflamatorios como la dexametasona y tocilizumab reduce la mortalidad de la enfermedad producida por el coronavirus SARS-CoV-2. «Con los antiinflamatorios había dudas al inicio de si podían empeorar el cuadro clínico al ser una neumonía viral y estar los corticoides contraindicados en la neumonía por influenza (gripe). Pero en la Covid-19, su administración salva vidas», ha explicado, recordando que otras líneas de investigación, como la de los antivirales, han encontrado más obstáculos, ya que han tenido que descartarse un buen número de antivirales orales (hidroxicloroquina, lopinavir/ritonavir e ivermectina). Como se ha mencionado anteriormente un nuevo agente antiviral (molnupiravir) está actualmente en evaluación.

Por último, el doctor Fernando de Andrés hizo una revisión de los agentes utilizados en la prevención de la enfermedad tromboembólica asociada al COVID-19, así como de las incertidumbres existentes en lo que a recomendaciones de diversas guías se refiere. Revisó, asimismo, los fármacos en evaluación así como aquellos que están siendo investigados para el tratamiento o la profilaxis de la COVID-19 a partir de la información disponible en la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés).