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El coste del proyecto se sitúa en unos 60 millones de dólares, según las mejores estimacionesJJGK | El Debate

Sociedad

De Madrid a Nueva York en 90 minutos: así es el avión hipersónico que podría estar listo para 2029

La compañía estadounidense Hermeus diseña un aparato solo apto para vuelos transatlánticos que sería capaz de transportar a 20 pasajeros

Volar de Madrid a Nueva York en 90 minutos. No es ciencia ficción, es el objetivo que se ha marcado la startup estadounidense Hermeus para 2029. ¿Su fórmula? Un avión hipersónico capaz de alcanzar los 4.800 km/h y solo apto para vuelos transatlánticos.

El proyecto fue anunciado hace unos meses y sus sobrecogedoras cifras no dejaron indiferente a nadie. Hermeus, que ya diseña otra aeronave hipersónica no tripulada para las Fuerzas Aéreas estadounidenses, empleará el mismo motor para un aparato que lograría llegar a velocidad Mach 5.

Su capacidad no será, eso sí, la misma a la que estamos acostumbrados con los aviones comerciales: solo serán 20 los pasajeros que puedan viajar a bordo, si bien la compañía no descarta ampliar las dimensiones de la flota en caso de dar resultado.

Infografía con las principales propiedades y características del aviónJJGK | El Debate

El director general de la compañía, AJ Piplica, explicó cómo serán las sensaciones al despegar: los pasajeros se sentirán empujados contra sus asientos durante 30 segundos o un minuto. Tras una transición de entre 10 y 12 minutos hasta alcanzar Mach 5, la nave conseguirá finalmente estabilidad y el resto del vuelo consistirá en un viaje «realmente suave».

Su uso se limitará únicamente, por otra parte, a desplazamientos transatlánticos, ya que ni su autonomía –7.400 kilómetros– ni el ensordecedor ruido que producen los aviones de este tipo al romper la barrera del sonido permiten operar trayectos más cortos o más largos.

Otra de las incógnitas será el precio del billete. El coste del proyecto se sitúa en alrededor de 60 millones de dólares, según las mejores estimaciones. «Nos enfocamos en los viajeros de clase ejecutiva y primera clase, y luego jugamos con algunos parámetros como la velocidad y los costos operativos», avanzó Piplica. Por el momento, la compañía trata de dar solución a otros problemas más acuciantes, como el combustible sostenible que aspira a emplear y las temperaturas extremas que debe soportar el fuselaje de un aparato de estas características.