Las bombas volcánicas: la cara más violenta del volcán de La Palma

Hace casi dos meses desde que el volcán de Cumbre Vieja, el 19 de septiembre, entró en erupción. La preocupación por cuándo terminará o cuántas hectáreas y edificaciones arrasará es constante, pero ahora se ha sumado un nuevo factor: las bombas volcánicas, también conocidas bombas de lava.

Las bombas volcánicas son masas de roca derretida de más de dos pulgadas y media de diámetro que se forman cuando el volcán o una fisura volcánica expulsa fragmentos viscosos de lava durante procesos eruptivos.

La particularidad que tienen es que generalmente no vienen desde arriba, sino que toman una dirección horizontal y se desplazan a mucha velocidad, por lo que es imposible esquivarla e incluso verla.

Lo más peligroso de estos objetos incandescentes es que tiene la capacidad de viajar hasta aproximadamente 805 kilómetros de distancia. No obstante, si al salir del cono volcánico recorren un trayecto muy largo, se empiezan a solidificar en el aire, al entrar en contacto con la atmósfera fría y las hace mucho más peligrosas.

A veces pueden llegar a medir hasta casi 70 metros. El caso más trágico de impactos en seres humanos fue durante la repentina erupción del volcán Galeras en Colombia en 1993, cuando seis personas murieron cerca del cráter al ser impactadas por las bombas de lava.

En el vídeo de Involcán, el Instituto Volcanológico de Canarias, no se aprecian las bombas volcánicas, o hay que estar muy atentos para saber cuáles son, pero gracias a las fotos se puede apreciar el tamaño que poseen. Algunas de ellas son del tamaño de un camión.

El geoquímico Harri Geiger, que en su cuenta de Twitter habla de las bombas volcánicas de La Palma, subió un video que muestra la dimensión y el recorrido de éstas.