Un kit para contraer voluntariamente la covid desata la alarma en Países Bajos

La locura y la insensatez en torno a la covid parece no conocer límites.  Las autoridades neerlandesas emitieron a finales de la semana pasada una alerta tras detectar que una empresa radicada en el país se estaba dedicando a comercializar un kit que supuestamente contenía tanto el virus como una prueba de antígenos para comprobar si se había contraído la enfermedad. Con un precio de 33,50 euros, el objetivo no era otro que contagiarse voluntariamente de covid para así sortear las nuevas restricciones, que afectarán a quienes no estén vacunados ni hayan pasado ya la infección. Las cuentas de la empresa comercializadora ya han sido suspendidas.

«Me parece espantoso. Es una bofetada para cualquiera que se haya comprometido a luchar contra la pandemia durante más de un año y medio. Y por supuesto una falta de consideración con los familiares de aquellos que han perdido la vida por culpa del coronavirus», afirmó Marina Eckenhausen, inspectora general de Atención Juvenil, en consonancia con la campaña puesta en marcha por su entidad, en la que se pidió a los jóvenes que «no se infecten deliberadamente» para mantener el pase sanitario, habida cuenta del riesgo de «poder enfermar gravemente» o, incluso, morir.

El kit se vendía bajo el reclamo «Sí, yo quiero corona» y se publicitaba como una alternativa a la vacuna para inmunizarse, aunque supuestamente con «menos consecuencias negativas». Si no surtía efecto, de hecho, los compradores podían recibir un segundo kit a través de un formulario de contacto.

Las instrucciones señalaban que, para contagiarse, el líquido debía vaciarse en un vaso de agua de menos de 40 grados e ingerirse manteniéndolo unos segundos en la boca. «El virus que usted recibe no tiene más de tres meses, por lo que puede estar seguro de que también contiene las últimas mutaciones y variantes», especificaba la empresa, que puntualizaba que, si todo iba bien, los síntomas comenzarían a ser visibles en un plazo de entre 2 y 14 días.

Pese a que algunos usuarios afirmaron en redes sociales haberse contagiado gracias al peligroso set, las estadísticas recuerdan que esta estrategia, que ya se ha probado en países como Austria, se ha llegado a cobrar vidas y a dejar secuelas persistentes en público adulto de diversa edad.