Moderna duda respecto a la efectividad de su vacuna sobre la variante ómicron

Más de de 4.700.000 personas han recibido la pauta completa del combinado en España

Las vacunas contra la covid creadas hasta ahora podrían tener dificultades para combatir la variante ómicron y llevará meses ultimar un nuevo inmunizante eficaz contra esa cepa, según declaró el presidente del laboratorio estadounidense Moderna, Stéphane Bancel, al diario Financial Times.

En una entrevista publicada el martes, Bancel apuntó que los datos sobre la eficacia de las vacunas actuales contra la nueva cepa llegarán en las próximas dos semanas pero que, aún así, los científicos no son optimistas. «Todos los científicos con los que he hablado [...] sienten que 'esto no va a ser bueno'», aseguró. Un total de 4.726.323 personas han recibido la pauta completa del combinado elaborado por la biotecnológica estadounidense en España, según datos del Ministerio de Sanidad.

La advertencia del empresario coincidió con una reunión de urgencia de los ministros de Salud del G7 sobre la nueva variante, que se está expandiendo por el mundo y empujando a diferentes países a cerrar sus fronteras de nuevo y reinstaurar limitaciones a los viajes.

Bancel explicó que los investigadores están preocupados porque 32 de las 50 mutaciones halladas en la cepa ómicron se encuentran en la proteína de la espícula, una parte del virus que las vacunas usan para reforzar el sistema inmunitario contra el coronavirus.

Estimación para el próximo año

El presidente ejecutivo de Moderna indicó al Financial Times que podría producirse una «disminución importante» de la eficacia de las vacunas actuales contra la COVID-19.

Tanto Moderna como Pfizer están trabajando en un inmunizante específico contra ómicron. Según Bancel, su empresa espera suministrar entre 2.000 y 3.000 millones de dosis de esa fórmula en 2022, pero avisó que centrar toda la producción en las vacunas contra la variante ómicron sería peligroso, dado que las otras cepas del virus siguen en circulación.

El tono alarmista de Bancel contrasta con los esfuerzos de algunos políticos (como del presidente estadounidense Joe Biden, que declaró el viernes que la nueva variante «no es motivo de pánico») para tranquilizar a la población respecto a ómicron.